La Policía de Investigaciones (PDI) incautó 3.500 dispositivos para aplicación de gas lacrimógeno o "pimienta" y electroshock potencialmente letales durante la jornada de este martes en Estación Central.
En el operativo, personal policial detuvo a tres sujetos que vendían los productos fuera de la normativa en el Barrio Meiggs.
El subprefecto Marcos Fierro indicó que "en un procedimiento policial se detuvo a tres ciudadanos extranjeros que fueron sorprendidos comercializando indebidamente unos artefactos que están bajo el control de la Ley de Armas. Las sustancias que contienen esos productos están bajo el control del banco de pruebas del Ejército de Chile".
Además, se determinó que los aerosoles estaban mal rotulados envasados en perfumeros y aerosoles de silicona para autos, lo que representa un peligro para la seguridad de quienes los operan.
El seremi metropolitano de Salud, Carlos Aranda, explicó que "este elemento tiene componentes que corresponden a las bombas lacrimógenas. Se adiciona eso lo cual aumenta la peligrosidad de este producto. Además hay un producto que dice que contiene silicona, ingresa como silicona y cualquier persona podría usarlo pensando que es silicona y esto podría producir graves enfermedades y hasta riesgo de muerte".
Si bien la venta de gas lacrimógeno está autorizada en el país, solo se puede realizar en locales que cuenten con permiso sujeto a la Ley de Control de Armas.
En los locales mencionados quienes adquieran el producto deben firma por la posesión del aparato, que solo pueden comprar dos veces en el año.
En tanto, la venta de gases lacrimógenos a civiles está prohibida en otros países por los riesgos que implica su uso y solo la policía puede acceder a ellos.