El sacerdote Carlos Irarrázaval señaló que ven con paz el cierre de la Unión Sacerdotal.
"Hay que tenerles un cariño muy especial porque han sufrido, muchas veces para callado", sostuvo.
El sacerdote Carlos Irarrázabal, párroco de la iglesia del Sagrado Corazón, señaló que ven con paz el cierre de la Unión Sacerdotal, fundada por el sacerdote Fernando Karadima, y realizó un llamado a ayudar a las víctimas del caso.
"Siempre a las víctimas hay que tenerles un cariño muy especial porque han sufrido, muchas veces para callado, por mucho tiempo. El propio Juan Carlos (Cruz) de alguna manera se sentía cómplice de haber vivido eso y ser parte de eso, pero yo creo que hay que ayudarlos a también pacificarse en el corazón y en el alma, mirando con mayor perspectiva y con mirada de trascendencia", señaló.
Esto, según detalló el párroco, "porque nos dolemos con los que han sido abusados y nos dolemos junto con la iglesia porque ellos también son parte de la iglesia. Entonces juntos tenemos que corregir y juntos tenemos que, a la vez, levantarnos y no quedarnos en el suelo".
El cierre de la Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón fue decretada el pasado Jueves Santo, lo que a criterio de Juan Carlos Cruz, uno de los denunciantes del caso, fue un "paso de papel" ya que no mira el tema de fondo que involucra a la organización y los abusos cometidos en ella.
