Marcos Opazo, de 23 años, recibió un disparo en medio de un control policial.
Su pareja acusó que no hubo provocación alguna de la víctima al carabinero.
La policía investiga las circunstancias de la confusa muerte de un joven de 23 años de edad a manos de un carabinero en el pueblo de Empedrado, en la región del Maule.
Un móvil de Carabineros fue apedreados tras el hecho. (Foto: Archivo)
Según trascendió, la víctima, Marcos Opazo Parra, de 23 años, murió tras recibir un disparo de bala efectuado por un carabinero en servicio activo, en medio de un control de rutina a un grupo de jóvenes que bebía en la vía pública.
Según una de las versiones, el occiso habría intentado agredir al policía con un arma blanca, ataque que fue repelido con el arma de servicio del carabinero, pero que es refutada por la pareja de Opazo, Karina Acuña.
"Antes de que Marcos hablara algo llegó y le disparó. Antes que él hiciera nada, ningún movimiento, llegó y le disparó en frente de mí, al lado mío (...), le disparó como a un perro", relató la mujer.
Opazo recibió el disparo en una pierna, siendo socorrido por un paramédico, quien a pesar de aplicarle los primeros auxilios, ya se encontraba sin signos vitales, provocando la reacción de los testigos quienes apedrearon el móvil de la policía, que terminó con el parabrisas quebrado.
El mayor de Carabineros, Oscar González, defendió el actuar del funcionario, que según afirmó, ante la agresión sufrida "se vio en la obligación de hacer uso de su armamento de servicio".
La investigación del hecho quedó a cargo del fiscal militar Ricardo Herrera Castillo.
