Los diversos sectores de la Democracia Cristiana mostraron su conformidad con la designación del militante de ese partido y ex parlamentario y ministro Andrés Palma como secretario ejecutivo de la reforma educacional, lo que para los dirigentes de la colectividad muestra que se ha tomado en cuenta su opinión frente a los cambios propuestos por el Gobierno.
El secretario general de la DC, Víctor Maldonado, expresó que "tengo la idea de que ha cambiado la actitud del ministerio y los puntos de vista de la Democracia Cristiana son cada vez más percibidos como que están siendo tomados en cuenta".
Y el presidente del partido, Ignacio Walker, planteó que "vamos a reafirmar tres principios fundamentales: la educación como bien público, un sistema de provisión mixta público y privado y garantizar el derecho a la educación y la libertad de enseñanza".
Incluso desde la disidencia de la DC se valoró el nombramiento. El diputado Aldo Cornejo expresó que "se mira con buen ánimo en la medida que quede absolutamente claro el compromiso de la Democracia Cristiana con la reforma educacional para que nadie tenga ninguna duda".
A su vez el senador Jorge Pizarro manifestó que "espero que todos los democratacristianos entendamos que el tema de la calidad de la educación es fundamental para una sociedad más justa y más equilibrada, que es parte del sueño nuestro".
Desde el Partido Socialista, el senador Carlos Montes pidió que se cambie la actitud frente a la reforma educacional: "Se requiere más tolerancia al interior (de la Nueva Mayoría) de las que tienen ciertas posiciones que buscan mejorar en uno u otro sentido. El problema es que Ignacio (Walker) ha sido muy fuerte en la manera de decir las cosas como presidente de un partido".