El ex ministro de Educación del Gobierno de Sebastián Piñera y actual director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Harald Beyer, manifestó que la "inercia" de la Presidenta Michelle Bachelet dificulta las posibilidades de revertir el actual escenario político.
La última encuesta CEP dejó en evidencia la mala evaluación que tienen el Gobierno, la Presidenta y los partidos políticos, llegando todos a cifras que se han calificado de históricas.
Beyer, director del think tank, sostuvo a El Mercurio que "la evaluación de la Presidenta Bachelet (15%) es muy pobre. Creo que ello se explica, por un lado, por una gestión que no ha satisfecho a los chilenos y, por otro, por una pérdida de confianza en ella muy brusca".
"La razón principal por la que los chilenos votaron por la Presidenta, de acuerdo con la propia encuesta CEP, es porque confiaban en ella y defraudó sus expectativas. Así, el castigo es muy fuerte. En un sistema presidencialista, los cambios de rumbo son muy complejos, porque la Presidenta es también la Jefa de Gobierno. Esto se agrava si el gabinete, como creo todos perciben, es muy débil. Hay una inercia de la Presidenta que hace muy difícil revertir la situación política. A menos, por cierto, que dé claras señales de cambio y lo lidere", agregó.
En esa línea, el director del CEP sostuvo que "cuando los gobiernos están en problemas, y el Gobierno de la Presidenta Bachelet sin dudas está en esta situación, deben hacer un giro brusco. Nada de eso ha ocurrido".
"La Presidenta insiste en que la eligieron para llevar adelante el programa, pero eso no es cierto. Es abundante la evidencia empírica que sugiere que no son las políticas específicas que promueve un candidato las que llevan a su elección, esa rigidez e incomprensión de los procesos democráticos ha sepultado las posibilidades de la Presidenta y del Gobierno de remontar en las encuestas y lograr a través de esta vía mayores posibilidades de promover su agenda y darle sustentabilidad en el largo plazo", añadió.
A juicio de Beyer, "no le vendría mal un cambio de gabinete siempre que este sirva para darle cohesión al Gobierno y retomar una agenda de cambios, quizás no tan estructurales, pero valiosos".
A un año de las Presidenciales, advierte Beyer, "un Gobierno con tan baja aprobación comienza a ser un pasivo para el oficialismo. La Nueva Mayoría va a comenzar, ya de hecho lo está haciendo, a analizar su futuro y sus posibilidades electorales y posibilidades en ese rediseño el Gobierno no tenga la influencia que podría tener en otra circunstancia".