La Fiscalía Metropolitana Centro Norte realizó un duro reproche ético a la diputada Maite Orsini (RD) tras una serie de diligencias enfocadas en indagar posibles delitos de tráfico de influencias en el marco de su autodenuncia por el "telefonazo" a favor del exfutbolista Jorge Valdivia.
Luego de tres meses de investigación, el fiscal Patricio Cooper decidió no seguir con la causa ya que no se detectó ningún ilícito, pero sí realizó un alcance "moral" sobre el rol de la parlamentaria.
"El Ministerio Público ha resuelto abstenerse de toda investigación en el presente caso en que aún no se ha producido la intervención de garantía, toda vez que los hechos relatados en las denuncias no son constitutivos de delito", puntualizó el persecutor.
En un escrito dado a conocer durante esta jornada (ver archivo adjunto), Cooper comentó que "un análisis somero de algunos de estos delitos nos permite descartar de plano su comisión, a la luz de los hechos investigados. En efecto, no hay antecedente alguno que permita a esta fiscalía tener por acreditado el delito de evasión de detenidos previsto y sancionado en el Artículo 299 Nº1 del Código Penal. Lo anterior por la sencilla razón que el señor Valdivia nunca fue detenido, sino que sometido a un procedimiento de control de identidad y ciertamente no existió ningún tipo de fuga por parte del señor Valdivia, por lo que, por esa sola circunstancia, se descarta el tipo penal".
"Resulta claro, a juicio de esta parte, que su actuación (de la diputada Orsini) no constituye delito como se ha fundamentado en esta presentación, sin embargo, en términos éticos sin lugar a duda que hay un reproche a su actuar. Utilizó el cargo que ostenta para intervenir a posteriori en un procedimiento policial rutinario que afectó a un tercero mayor de edad", continúa el texto.
"SU ACTUAR LESIONA EL TRATO IGUALITARIO"
De acuerdo al fiscal, Orsini actuó presionando "para que se adoptara una revisión del procedimiento que derivó en una investigación administrativa para los funcionarios policiales que practicaron el control de identidad y con posterioridad, además, a solicitud suya de contacto por parte de Carabineros, el tercero fuera recibido en el cuartel Central de Carabineros por varios generales de Carabineros en un acto que a todas luces no está al alcance de cualquier ciudadano sometido a un control de identidad.
"Su actuar lesiona el trato igualitario que las instituciones del Estado deben dar a todos los ciudadanos, intervención, además, fundamentada en relaciones de carácter sentimental con el tercero sometido al procedimiento policial, lo cual agrava el reproche moral", precisó.