Sus impulsores pretenden que esté vigente para el plebiscito constituyente de abril.
La iniciativa está recién en su primer trámite y fue aprobada en general en diciembre pasado.
El voto voluntario rige desde 2009.
La Cámara de Diputados volvió a postergar la votación en particular del proyecto que busca restablecer la obligatoriedad del sufragio, aunque sus impulsores pretenden que esté vigente para el plebiscito constituyente de abril.
La iniciativa está recién en su primer trámite y fue aprobada en general en diciembre pasado, pero se solicitó un segundo informe a la comisión de Gobierno, pero no se votó, sin embargo, se espera que la propuesta esté nuevamente en tabla el martes o miércoles de la siguiente semana.
Quienes promueven este proyecto reconocen que el Congreso cometió un error en 2009, cuando se cambió el sufragio obligatorio por el voluntario, ya que la participación ciudadana ha ido a la baja.
Durante la discusión, la diputada DC Joanna Pérez, una de las impulsoras de la iniciativa, remarcó que "tenemos que analizar si el haber instalado el voto voluntario fue correcto, cuando no se hizo con educación cívica, cuando no se fortaleció la participación ni se instalaron bases para fortalecer aún más la democracia".
"Corrijamos esos errores que hemos cometido en el pasado. Nuestra bancada, la Democracia Cristiana, va a apoyar el voto obligatorio", añadió la parlamentaria.
Bellolio: "La manera de coaccionarlo no es a través de hacerlo obligatorio"
En tanto, el diputado UDI Jaime Bellolio argumentó su postura en contra afirmando que "votar es un derecho, y como es un derecho puedo ejercerlo o no ejercerlo, es un deber cívico, un deber moral frente a la ciudadanía, pero la manera de coaccionarlo no es a través de hacerlo obligatorio".
"Al menos yo, para no engañar a esas mismas personas que les dijimos que el voto iba a ser voluntario, voy a votar en contra de esta reforma", agregó el legislador gremialista.
Este proyecto entraría en vigencia de forma automática tras ser promulgado, pero para eso falta su aprobación en la Cámara Baja, que pase a segundo trámite en el Senado y posteriormente un cambio en la ley orgánica que sancione la obligatoriedad del voto.
