El gerente de Ripley y representante de Credo S.A., Lázaro Calderón, guardó silencio este martes ante el Ministerio Público y no declaró por los presuntos aportes irregulares a la campaña de Michelle Bachelet.
Calderón, citado por el persecutor Carlos Gajardo, llegó hasta la Fiscalía de Ñuñoa acompañado de su abogado Jorge Bofill.
A la salida de tribunales el ejecutivo tampoco hizo declaraciones.
El gerente de Ripley fue vinculado en la investigación por el denominado operador político de la Nueva Mayoría, Giorgio Martelli, quien declaró por casi dos horas ayer lunes como imputado ante la Fiscalía en el marco del caso Penta.
El testimonio de Martelli se dio luego de que su nombre apareciera en correos electrónicos entre Lázaro Calderón, gerente de Ripley, y representantes de Credo S.A.
Para el abogado querellante en el caso Penta, Mauricio Daza, lo importante es esclarecer "qué es lo que realmente ocurrió con el financiamiento de las campañas políticas, que incluye las campañas presidenciales y en este caso la de la Nueva Mayoría, para establecer o descartar responsabilidades criminales a partir de una eventual triangulación de dineros de aportes ilícitos a través de boletas ideológicamente falsas".
Lo anterior, Daza precisa que "no sólo se habría concretado respecto del grupo SQM, sino también con otros grupos económicos que hasta el momento no han sido investigados, como el grupo Ripley, y también está pendiente la investigación respecto de Aguas Andinas".
En el marco de la investigación, la Fiscalía apuntará a quienes tuvieron un rol de recaudadores de la campaña presidencial de Michelle Bachelet y que fueron citados por Martelli en su declaración, en referencia al ex presidente de Endesa, Jorge Rosenblut, y al ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.