El ex subsecretario afirmó que "es absurdo ser cohechado o aceptar un soborno a través de boletas".
"Esto era un pago de un finiquito voluntario comercial que fue mal diseñado. Yo no lo debería haber aceptado", declaró.
Wagner descartó volver a sector público afirmando que "después de esto no pisaría un ministerio nunca más".
El ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner, imputado por delitos tributarios, cohecho y lavado de activos en el marco del caso Penta, afirmó que "siempre he tenido claro que no cometí cohecho y menos lavado de activos" y que facilitar boletas es "un error" que no se debió producir.
El ex militante UDI y ex ejecutivo de Penta está con arresto domiciliario total y arraigo nacional tras revocarse su prisión preventiva, medida que cumplió durante 52 días. Se le imputa haber recibido 42 millones de pesos del Grupo Penta -a través de pagos bimensuales por tres millones de pesos- mientras era subsecretario del Gobierno de Sebastián Piñera.
Dichos fondos los recibió a través de boletas ideológicamente falsas que emitió su cuñada, María Carolina de la Cerda.
En conversación con la revista Qué Pasa, Wagner sostuvo que "no pensé que ese finiquito voluntario comercial que habíamos desarrollado (con Penta) se iba a tomar de mala forma. Creo que Hugo Bravo lo diseñó desprolijamente y que yo cometí el error de aceptar ese diseño, cosa que no debí haber hecho nunca".
"Es absurdo ser cohechado o aceptar un soborno a través de boletas (...) Aunque sean de terceros, de cuartos. Es ridículo pensar 'yo voy a hacer esto porque quiero tener un cohecho sofisticado'. Nunca se me pasó por la cabeza. Esto era un pago de un finiquito voluntario comercial que fue mal diseñado. Yo no lo debería haber aceptado, pero jamás me puse en el escenario de un cohecho", manifestó.
Consultado si alguna vez se cuestionó si lo normal era recibir el finiquito de una vez, respondió que "viéndolo hacia atrás, es evidente que debió hacerse de una vez. En el momento no pensé mucho en eso, porque cuando esto se empieza a ejecutar, que fue a partir de junio, yo ya estaba en el Gobierno".
"Este era un pago de un finiquito comercial", explicó el ex militante UDI respecto a si era incompatible recibir dinero de Penta mientras era funcionario público.
Señaló que "era un pago porque yo tuve relación comercial con ellos hasta marzo de 2010 y quedaban recursos pendientes. La forma debió haber sido distinta, pero el pago debió existir siempre como término de un finiquito voluntario comercial".
Remarcó que la fórmula de pagos a través de su cuñada fue diseñado por el ex gerente de Penta, Hugo Bravo, y que él "propuso que se hiciera con boletas de un tercero y a tres sociedades relacionadas con Penta".
"Jamás me puse en el escenario de un cohecho"
Eso sí, indicó que en ese momento aquello no le pareció irregular: "En ese tiempo no lo pensé así, pero visto desde hoy día, por supuesto que es irregular (...) Es evidente que no debí haberlo aceptado jamás".
"Esto era un pago de un finiquito voluntario comercial que fue mal diseñado. Yo no lo debería haber aceptado, pero jamás me puse en el escenario de un cohecho", sostuvo Wagner al semanario.
El ex ejecutivo de Penta manifestó que "la facilitación de boletas es un error que no se debería haber producido. Lo hemos reconocido siempre. Pero no reconocemos haber tratado de conseguir alguna ventaja desde el punto de vista de devolución de impuestos. O sea, haber aceptado este pago diseñado por Bravo es un error que trae como consecuencia cometer otro error, que es pedir esas boletas y tener que ejecutar ese procedimiento, que era equivocado".
"No pisaría un ministerio nunca más"
En tanto, sobre si reconoce algún delito, respondió esos temas "hay que dejárselo al proceso. No me voy a pronunciar sobre esos temas".
Wagner descartó volver a sector público afirmando que "después de esto no pisaría un ministerio nunca más" y, respecto del cohecho y lavado de activos, reiteró que "no existe absolutamente nada".
"¿Qué errores uno ha cometido? Obviamente uno procedimental, que tuvo otros errores asociados. Otro familiar, que no dimensioné. Hoy, con el paso del tiempo, tomo real conciencia del error que cometí: el no haber estado presente con mi familia en cuerpo y alma. Estaba mucho más dedicado al trabajo y hoy mi familia es el centro de la vida", concluyó.
