El ex timonel de la UDI Pablo Longueira se refirió, a través de una columna en El Mercurio, a la filtración de correos electrónicos que mantuvo con el ex gerente de SQM Patricio Contesse.
"Me duele ver a la mayor parte de los dirigentes políticos tratados como delincuentes, atacados y escarnecidos", manifestó el ex senador.
El ex ministro de Economía de la administración de Sebastián Piñera, argumentó que la naturaleza de los correos -que antes de su publicación formaban parte de la carpeta investigativa del caso SQM- era netamente con el fin de recopilar la opinión de Contesse, así como lo hizo transversalmente con distintos sectores.
"Pedí conocer todos los puntos de vista, porque creo en el diálogo, y conversé con todos, sin imaginar que años más tarde esa búsqueda de información transversal para lograr consensos, sería mirada por algunos como algo sospechoso o indebido", explicó.
Y argumentó que "ser parlamentario consiste en parlamentar; es decir, hablar o conversar para llegar a un acuerdo o solución. Confieso que fui parlamentario".
"Tras preguntar, recopilar información y recoger opiniones, parlamentarios de izquierda, centro y derecha votamos por lo que estimamos mejor para Chile, y nunca, jamás, para favorecer indebidamente a nadie", aseveró.
Cultura arraigada de solicitar financiamiento
En esta línea, el ex candidato presidencial apuntó a que las faltas en torno al financiamiento de la política responden a carencias en la normativa y a la costumbre instalada de solicitar financiamiento a privados.
"La ciudadanía debe saber que sólo en los próximos meses la política contará con un financiamiento público y que la tarea de financiar partidos y campañas electorales migró desde la opacidad total a otra normativa que resultó insuficiente e imperfecta", puntualizó.
Por tanto "los líderes políticos cometimos severos errores en esta materia, algunos por estimar que no correspondía que el Estado asumiera el costo de la política, y otros por pensar que los recursos para ella debían sólo tener origen fiscal".
"La imperfección y debilidad de esa normativa, sumada a los errores cometidos por una cultura transversalmente arraigada de solicitar financiamiento a quienes compartían las respectivas visiones, tienen hoy a la actividad política en el escrutinio público y judicial y en su más bajo nivel de valoración ciudadana", explicó Longueira.
Consecuencias judiciales
El ex parlamentario afirmó que "como cualquier ciudadano, enfrentaré con dignidad y fuerza interior el escrutinio de mis actos como parlamentario, ministro de Estado y dirigente del partido".
Sin embargo, "creo que el hecho de ser político no debe implicar ningún privilegio, pero tampoco el hecho de serlo debe constituir una carga o gravamen adicional", acotó.