Los líderes de los partidos de la Alianza, Cristián Monckeberg (RN) y Ernesto Silva (UDI), realizaron un balance del rol del Gobierno en 2014 y calificaron al 2015 como un "año de unidad".
Monckeberg aseguró que "tenemos preocupación por la gestión del Gobierno durante este año", debido a que "tienen mayoría en ambas cámaras, pero luego se desplomaron en aprobación ciudadana".
El parlamentario acusó confusión en materia educacional, ya que según dijo "cuando un día se penaliza el lucro, al otro día no se penaliza -cuando fue un tema que no planteó el gobierno sino algunos diputados en la comisión de Educación y el gobierno no dijo nada- lo que se pone sobre la mesa es sólo confusión y falta de seriedad al momento de llevar el debate".
El líder RN dijo esperar "que en el Senado se busquen y se encuentren buenas soluciones en esta materia", ya que "pretender llevar la discusión a si los colegios se arriendan, o si el lucro se va a penalizar o no, no es lo que la gente está esperando y no es lo que va a mejorar la calidad de la educación en los próximos 20 años".
También añadió que "la reforma laboral está absolutamente ideologizada. Siempre van a ser necesarias las reformas laborales, todos los Gobiernos llevan adelante reformas, algunas más profundas y otras menos profundas".
"Yo me pregunto si esta reforma laboral se preocupa de lo principal, que es generar empleo. Si se preocupa, por lo que dicen algunos, de mejorar los derechos de los trabajadores. Me parece muy legítimo, dependiendo de quien lo plantee, desde donde se mire, pero no apunta a lo principal, no apunta a lo más relevante, que es generar empleo", recalcó Monckeberg.
Perder los miedos
Sobre la reforma laboral, Silva planteó que "es un año donde se perdieron trabajos de 150 mil familias de clase media, por lo tanto nosotros consideramos que es un año muy negativo y esperamos que el Gobierno pueda enmendar, y para enmendar, el Gobierno lo que tiene que hacer es perderle el miedo al Partido Comunista y a la CUT y empiece a gobernar para la clase media, no para un grupo de dirigentes".
"Me gustaría preguntar o saber cuál fue el primer instinto o pensamiento de la Presidenta Bachelet sobre el tema de la reforma laboral, no vaya a ser tema que después se arrepienta como lo hizo en el Transantiago o el tema educacional", ironizó el titular de la UDI.
"Las consecuencias hoy de equivocarse en esto y no promover una reforma que genere más trabajo pueden ser muy costosas para la clase media después", concluyó.
Los representantes de la Alianza recalcaron que es necesario que el Gobierno "saque una lección de humildad" y escuche a la gente, ya que "cuando no se escucha a la gente, ésta actua rápidamente".