El ex ministro de la SegPres aseguró que para su partido, la UDI, llegar a la primaria con dos candidatos gremialistas "limita las posibilidades" de conseguir la nominación de la derecha.
Además, valoró también la unidad de la coalición de cara a las históricas elecciones constituyentes.
El senador y ex ministro de la Segpres Claudio Alvarado aseguró que para su partido, la UDI, llegar a la primaria presidencial de la derecha con dos candidatos como Joaquín Lavín y Evelyn Matthei "limita las posibilidades" del gremialismo para conseguir la nominación de Chile Vamos, aunque sí vislumbra un nuevo Gobierno de la coalición el 2022.
"Nuestro sector tiene cuatro o cinco figuras muy bien posicionadas y, no obstante, la baja aprobación que tiene el actual Gobierno, las señales de continuidad, por la calidad de los candidatos y la aprobación ciudadana hacen perfectamente pensable que podemos tener un Gobierno de nuestra coalición a partir del próximo año", afirmó el legislador en conversación con Sergio Campos en TV Senado.
Sobre las definiciones, Alvarado indicó que espera prime la "sabiduría y la prudencia" para no dispersar las opciones gremialistas pensando en una primaria del bloque: "Yo creo que ir a una primaria con dos candidatos, limita las posibilidades de la UDI".
"Creo que tanto Joaquín (Lavín) como Evelyn (Matthei) tienen las condiciones", aseveró.
El senador por la Región del Ñuble valoró también la unidad de la derecha de cara a las históricas elecciones constituyentes que se celebrarán el próximo 11 de abril y de las que saldrá la Convención que escribirá la nueva Carta Magna, considerándola "una buena señal".
Además, en cuanto a los comentados quórum al interior del órgano constituyente, el senador dijo que "escribir una nueva Constitución significa necesariamente -por el acuerdo de los dos tercios- buscar mucho diálogo; poner las cartas sobre la mesa, administrarlas de la mejor forma y lograr un consenso".
"Eso va a permitir que esta Constitución no sea a disposición de unos sobre otros, si no que sea el acuerdo de todos. En consecuencia eso le dará legitimidad de origen y también estabilidad en el tiempo para sostener las reglas del juego", añadió.
En ese sentido, abogó por que la gestación de una nueva Constitución se dé en un espacio a la altura del desafío histórico: "Ese proceso no puede ser a peñascazos, a insultos, a gritos. No puede ser con profundas diferencias, tiene que hacerse en un espacio ordenado, con un buen diálogo, en donde las ideologías –distintas, legítimas- puedan converger en un espacio que nos permita coincidir", señaló.
"Yo creo que una vez que se elijan los constituyentes, el Congreso, los parlamentarios, vamos a pasar a un segundo plano y las grandes figuras van a ser aquellos que tienen esa gran responsabilidad de escribir esta nueva Constitución", apuntó.
