Polémica causó el que, al inicio de la sesión del Pleno de la Convención este viernes, convencionales de derecha participaran en un minuto de silencio por el 31° aniversario del asesinato del senador de la UDI Jaime Guzmán, ideólogo de la Constitución del 80 que el órgano justamente busca reemplazar.
La constituyente gremialista Katherine Montealegre, solicitó formalmente que se realizara este gesto en nombre de Vamos por Chile, y a su término, cuando casi todo el salón y las salas adjuntas se encontraban vacías, agradeció a la mesa "por permitirnos este homenaje".
"Hoy conmemoramos 31 años de la muerte de un auténtico, y lo único que pedíamos era un poco de respeto, como lo hemos tenido nosotros cada vez que un minuto de silencio en este hemiciclo ha sido solicitado. Pero obviamente, fue pedir mucho para algunas mentes pequeñas", fustigó durante su intervención.
Montealegre añadió que "quienes transversalmente suscribimos este oficio pedimos un minuto de silencio por el senador Jaime Guzmán Errázuriz, destacado abogado constitucionalista, académico, pensador, escritor, político y servidor de Chile, brutal e injustamente asesinado por militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez".
"Como miembro de las Juventudes de la UDI, hoy le decimos gracias por enseñarnos que la fuerza interior que nace del espíritu no se doblega jamás", remató Montealegre.
Pero al acceder a este homenaje, la mesa de la Convención fue blanco de críticas desde convencionales de izquierda, particularmente del Partido Comunista, así como de representantes de escaños reservados.
"La figura de Jaime Guzmán representa para muchos la muerte, la ejecución y la desaparición de sus familiares. Es un hecho innegable que su figura se encuentra estrechamente ligada a la dictadura cívico-militar, que violó gravemente los derechos humanos, y que elaboró la actual Constitución sin permitir la participación", manifestó la constituyente mapuche Natividad Llanquileo.
"En ese sentido -continuó- no es posible dar lugar a esta petición sin provocar un grave perjuicio al adecuado proceso de la actual redacción constitucional. Su legado está manchado con la sangre de todos los pueblos. El trabajo de la Convención es, precisamente, borrar el legado de Jaime Guzmán".
Llanquileo finalizó su reflexión planteando que "quizás este minuto de silencio pueda ser considerado la despedida simbólica de sus ideas, la muerte de sus ideales", y a su vez, emplazó -aparentemente a la derecha- a decir a "los familiares de los detenidos desaparecidos en dónde están sus familias".