Tras más de 18 horas de maratónica sesión, siendo las 04:15 de la madrugada de este miércoles, los salientes Elisa Loncon y Jaime Bassa dieron por suspendida la sesión -iniciada la mañana del martes- que tenía por objetivo definir a las nuevas presidencia y vicepresidencia, que liderarán la segunda mitad del mandato de la Convención Constitucional.
Los convencionales estuvieron reunidos desde las 09:30 de la mañana del martes en la sede del Congreso en Santiago, primero para escuchar los discursos de cierre de los propios Loncon y Bassa, y luego, desde alrededor de las 11:30, para elegir a sus sucesores.
Sin embargo, de manera sorpresiva -y quizás incluso sorprendente-, luego de ocho largas rondas de votaciones, ningún nombre obtuvo los 78 votos necesarios para erigirse como el próximo líder del órgano constituyente.
DECISIÓN DE LA MESA AMPLIADA
La octava votación se zanjó pasadas las 02:00 de la madrugada, y un descanso anunciado originalmente como de 10 minutos se prolongó por dos horas. Concluido este plazo, después de las 04:00, Elisa Loncon tomó la palabra y, aludiendo a la necesidad de descanso de los funcionarios y los técnicos del Congreso, de los periodistas y de los propios convencionales, planteó con firmeza la necesidad de suspender la sesión, opción que ya había abierto más temprano, pero que no encontró apoyo.
La secundó Jaime Bassa, quien también, más temprano, había planteado al pleno la opción de cerrar la sesión y continuarla entrada la jornada de este miércoles, lo que requería una unanimidad que fue rechazada a viva voz.
En esta nueva ocasión no hubo espacio para consultas: "La mesa ampliada ha decidido suspender la sesión, para que el periodo de deliberación dure hasta las 15:00 horas. Es una decisión que la mesa ya ha tomado", comunicó el profesor de derecho constitucional.
"Se suspende la sesión; no estamos 'levantando la sesión', es potestad de la mesa suspender", especificó el abogado, cuya intervención dio por cerradas -fuera de toda duda- las casi 17 horas de trabajo.
La medida fue calificada por convencionales de derecha como "una vergüenza". No perteneciendo a dicho sector político, el abogado Agustín Squella también había tenido un juicio crítico, al hablar más temprano de un "espectáculo deplorable".
UNA, DOS, OCHO RONDAS DE VOTACIÓN
En las primeras dos rondas de votación, Ramona Reyes, integrante del Colectivo Socialista y que contó con el respaldo del Frente Amplio, sacó amplia ventaja, pero no alcanzó los 78 apoyos requeridos.
Las principales mayorías en la segunda ronda fueron Reyes, con 54 votos; el constituyente diaguita Erick Chinga, con 34; y Bárbara Rebolledo (IND-Evópoli), con 33 sufragios.
Después de almuerzo, pasadas las 15:00 horas del martes, la opción de Reyes "se desinfló", ante una ola de cuestionamientos en redes sociales respecto de su manejo de las finanzas como alcaldesa de la Municipalidad de Paillaco.
Una tercera votación se realizó poco antes de las 16:00 horas: Cristina Dorador, de Movimientos Sociales Constituyentes, tomó la delantera con 46 apoyos; seguida por Chinga, con 33; Rebolledo, con 31; y Patricia Politzer, con 29.
El nombre de Ramona Reyes desapareció en esta ronda, donde recibió apenas tres votos, luego de que el apoyo que le entregó el FA se fuera diluyendo y el bloque terminara optando por Dorador. En el Colectivo Socialista, en tanto, optaron por respaldar a Politzer.
Durante el receso previo a la cuarta votación, el Colectivo del Apruebo -integrado por Agustín Squella, Fuad Chahin, Felipe Harboe, Eduardo Castillo, Luis Barceló y Rodrigo Logan- decidió impulsar la candidatura de Patricio Fernández (Independiente-Partido Liberal), mientras que el Partido Comunista casi completo cambió su voto por Chinga y se inclinó por Dorador.
Así las cosas, Dorador reafirmó su favoritismo en la cuarta ronda, con 60 sufragios, escoltada por Politzer, con 35. Más atrás, Chinga y Fernández igualaron a 22, mientras que Rebolledo obtuvo sólo cinco.
Las negociaciones políticas se intensificaron de cara a la quinta votación. En esta oportunidad, Dorador obtuvo 64 sufragios y Fernández, con votos del Colectivo Socialista, Independientes No Neutrales y Vamos por Chile, logró 60 apoyos, estirando la definición a una sexta ronda.
Tras la quinta votación, Chinga ofreció sus 20 votos tanto a las candidaturas de Dorador como la de Fernández, si alguna le garantizaba el cargo de vicepresidente de la Convención: "Nosotros somos fiel reflejo del territorio, de lo que fue la calle, cómo se llegó acá; entonces, creemos que es necesario estar dentro de la mesa. Eso daría una señal potente para que cuando se haga el Plebiscito de Salida, nosotros podamos ser actores y ayudar a que esto se apruebe", expuso.
En alusión a la candidatura de Dorador, que llevaba "amarrada" como vicepresidenta a Rosa Catrileo, dijo: "Ellos están en una dupla, quieren mantener la dupla y creemos que es una mala señal, porque si ya tienen apoyo a la presidencia, no deberían insistir con la vicepresidencia con nuestra hermana".
"Creo que la figura mía es importante que esté arriba, así que es problema de ellos; ellos tendrán que resolver. Si no (aceptan el ofrecimiento), van a tener que conversar con otras fuerzas políticas", cerró Chinga, en medio de las negociaciones.
DORADOR CASI LOGRÓ LA META
Finalmente, en la sexta votación, Dorador subió sus apoyos a 72 (quedó a sólo seis de convertirse en presidenta), con siete votos del Colectivo Socialista; mientras que Fernández obtuvo 45 respaldos -15 menos que en la ronda anterior- y Chinga sumó 18.
Tras la sexta votación, la presidenta saliente de la Convención, Elisa Loncon, dijo en una rueda de prensa que "tiene que salir humo blanco, de todas maneras" y adelantó que si en la séptima ronda -que comenzaba a las 23:00 horas- no se lograba acuerdo, ella plantearía al pleno la posibilidad de postergar la elección.
"Hay liderazgos y todas las personas se disputan el espacio, la dirección. Es natural que se dispute. Hay disputas en función de qué se instala: hay movimientos, partidos, diversidades, pueblos y cada uno está conversando y viendo cómo hacer para que quede un equilibrio. Eso es lo que también cuesta, lograr el equilibrio que permita avanzar en este trabajo, y mientras más acuerdos, mejor el equilibrio", expresó la académica mapuche.
La séptima votación terminó nuevamente sin mayorías: Dorador logró 64 votos y quedó más lejos que en la ronda previa de conseguir el "número mágico" de 78, debido a que desde el Colectivo Socialista dieron su apoyo a Benito Baranda, de Independientes No Neutrales, quien irrumpió y quedó en segundo lugar con 36 sufragios.
Tampoco hubo unanimidad de la sala para proseguir el miércoles la votación, luego de que lo propusiera al pleno el vicepresidente, Jaime Bassa, pasadas las 00:00 horas... Habría una octava ronda.
En ésta, cuyo resultado se informó a las 02:00 de la madrugada, Cristina Dorador volvió a bajar sus apoyos, logrando sólo 51, mientras Benito Baranda subió a 37. Geoconda Navarrete consiguió 33.
En este contexto, la científica y constituyente nortina declinó su candidatura. Éste fue el último hecho de alta notoriedad de la madrugada, antes de que se comunicara la suspensión de la extenuante sesión.
POR QUÉ EL CAMBIO
La renovación de la mesa directiva se debe a que ayer martes se cumplieron seis meses exactos desde la instalación del órgano constituyente, la mitad de su mandato máximo, y el reglamento estipula un cambio en esta etapa.
La elección de los nuevos líderes de la Convención se realiza mediante una votación del pleno que requiere la mayoría absoluta de los convencionales en ejercicio, es decir, la mitad más uno.
El reglamento también detalla que la mesa directiva debe estar compuesta por siete vicepresidencias adjuntas -dos reservadas a pueblos originarios- que requieren un mecanismo diferente al de la presidencia para ser electos: se requiere el patrocinio de al menos 24 convencionales y de ocho en el caso de los escaños indígenas.
La nueva mesa dirigirá la Convención Constituyente por los próximos tres meses, que es el tiempo que resta de trabajo según lo estipulado. En caso de decidir una prórroga -se da por hecho que así será- deberán ser ratificados en sus puestos; si no, los cargos serán elegidos nuevamente según las mismas reglas.