Ante la inquietud en el Senado por la aprobación de la propuesta que crea la Cámara de las Regiones -mas no de sus atribuciones- como reemplazo de la Cámara Alta en la Convención Constitucional, la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, llamó a la calma y pidió que se disponga una implementación gradual.
"Creemos que no es suficiente sólo criticar, sino que sentarse a conversar y cómo, por ejemplo, pueden intercambiar posiciones respecto a los (artículos) transitorios para que esa implementación sea gradual porque el Senado, obviamente, tiene un rol que jugar en este tiempo, y para las grandes reformas lo va a tener que seguir haciendo", aseguró en El Diario de Cooperativa.
Vallejo pidió que el debate se mantenga, pero "respetando el proceso constituyente, la deliberación democrática y mayoritaria, y cómo se conversa para acercar posiciones también en lo que va a ser la adecuación de los cambios que va determinando la Convención".
Pero el rechazo a la norma, que implica el eventual fin de la Cámara Alta después de 200 años, persiste entre los senadores: "Nunca escuché ninguna razón, ningún fundamento, que a mí se me dijera por qué había que eliminar el Senado más allá de los subjetivismos personales de que a alguna gente le caía mal o pensaban que era un grupo de élite", reprochó el democratacristiano Francisco Huenchumilla.
A la vez, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), planteó que "no se establece cuáles son las competencias que le corresponde a las distintas cámaras, hay normas respecto de su composición que tampoco fueron aprobadas", y se volverán a revisar en la Comisión de Sistema Político.
En ese sentido, "si bien esta es una discusión preliminar, da una señal de alerta respecto a la forma en que se está llevando este proceso", acotó el timonel socialista.
Mientras que el senador Juan Ignacio Latorre (RD) indicó que "la nueva Constitución democrática que se está discutiendo por primera vez en la historia de Chile de esta manera, con un órgano paritario, con representación de pueblos originarios, con una gran diversidad, tiene que pensar en un sistema político que funcione para las próximas décadas en nuestro país, y si eso implica hacer cambios sustantivos a -por ejemplo- una institución centenaria como el Senado, yo estoy de acuerdo".
FACULTADES APARENTEMENTE "DESPROPORCIONADAS"
Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, no tiene un pronóstico conciso de lo que pueda pasar con el diseño aprobado hasta ahora: "Por ser un periodo de aprendizaje político no sabemos, esta es una experiencia inédita", apuntó.
"En la práctica tendríamos una Cámara, que sería el Congreso de los Diputados y Diputadas, que tendría muchas facultades y atribuciones que aparecen desproporcionadas frente a la Cámara de las Regiones que, por ahora, aparece como una institucionalidad sin una claridad respecto de cuál sería su rol", explicó el cientista político.
