El Senado rechazó de plano el proyecto que buscaba flexibilizar el feriado que aplica para el comercio el día del plebiscito constitucional del domingo, por lo que fracasó la petición del gremio, que ha advertido que provocará millonarias perdidas por ocurrir una semana antes de Navidad.
En concreto, el feriado correspondiente al 17 de diciembre es de carácter legal, no irrenunciable: es decir, como regla general solo deben cerrar sus puertas los complejos comerciales administrados bajo una misma razón social, como son los malls, strip center y galerías.
En ese marco, en agosto, un grupo de senadores de Renovación Nacional (RN) y la UDI presentó una reforma a la Constitución para flexibilizar la actividad durante el plebiscito, pero la discusión se reactivó recién en la víspera, contrarreloj.
Sin embargo, apenas en su primer trámite, la Cámara Alta no le dio los votos para continuar su avance: obtuvo 21 de los 29 que correspondían al quorum de cuatro séptimos requerido. Hubo 19 rechazos y dos abstenciones.
El Gobierno había reprochado que el Congreso intentara tramitar esta reforma a última hora: "Ha pasado harto tiempo desde enero cuando este Parlamento tomó ese acuerdo (del nuevo proceso constitucional) como para estar a una semana del plebiscito en esta discusión", dijo ayer la ministra del Trabajo, Jeannette Jara.
La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC) alertó que este feriado causará pérdidas cercanas a los 7.700 millones de pesos, dado que se trata de un día clave para el sector por su cercanía a la Navidad.
"A pesar de nuestros esfuerzos, no se aprobó esta iniciativa, lo que perjudicará a millones de pequeños y medianos comerciantes", lamentó José Pakomio, presidente de la CNC.
Ante ello, sostuvo, "queremos desmitificar (la idea de) que en los centros comerciales funciona sólo el gran comercio, ya que en estos establecimientos trabajan más de 100.000 personas, muchas de las cuales perciben remuneraciones por comisión, viéndose directamente afectadas, y más del 80% de las empresas que funcionan en ellos corresponden a micro, pequeñas y medianas empresas".
CONTRASTES PARLAMENTARIOS
En la derecha argumentaron su apoyo a esta reforma planteando que el cierre de los centros establecidos afecta la actividad económcia, al perjudicar puestos de trabajo de temporada, y beneficia al comercio ilegal.
El senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli) consideró que "un cierre del comercio, justo una semana y un domingo antes de Navidad, beneficia precisamente a aquellos que son informales, que se instalan sin pagar patente alguna, sin pagar nada, ningún impuesto, delante de los locales comerciales; a aquellos que se hacen del público que circula por las calles, y tienen además un montón de externalidades negativas".
"Acá se ha dicho que es una ley que va a ayudar a los malls, y no es así; esto va a ayudar a las galerías, va a ayudar a las ferias artesanales, va a ayudar a los strip centers", defendió.
En la contraparte, la senadora Claudia Pascual (Partido Comunista) remarcó que "todas las argumentaciones que dio el senador Cruz-Coke en materia de lo que hay que hacer en agenda de procrecimiento, en materia de recuperación de empleo, son plenamente compartidas en muchos ámbitos, pero no se van a resolver con solo un domingo antes de la Pascua".
Además, hizo ver que "si aquí la preocupación es por una elección que cae en diciembre, tenemos que revisar todo nuestro calendario electoral de todas las elecciones, porque la segunda vuelta presidencial también cae en diciembre. Y por lo tanto, no hay una reforma que esté modificando eso".
