Juan Sutil presentó ante la convención un decálogo con los contenidos clave, incluyendo el derecho a que cualquier persona "pueda desarrollar la actividad económica que libremente decida".
Abogó, además, por que conduzca a un modelo con "igualdad de oportunidades".
Tras diversas críticas y solicitudes, Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la principal patronal de Chile, expuso este miércoles ante la Comisión sobre Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza y Modelo Económico de la Convención Constitucional.
El líder del gran empresariado presentó ante la instancia un decálogo con siete contenidos clave que, a su juicio, debe contener la nueva Carta Fundamental que reemplazará a la actual, vigente desde la dictadura cívico-militar.
Según consigna el diario La Segunda, Sutil pidió, como primer punto, dejar consagrado el derecho a que "cualquier persona pueda desarrollar la actividad económica que libremente decida, en conformidad con la ley, el orden público, la seguridad nacional, la ética y el desarrollo sostenible".
En segundo lugar, a juicio del timonel gremial, la Constitución también debe impulsar la promoción del derecho antes mencionado y la creación de las condiciones para su ejercicio.
Como tercer ítem, Sutil dijo que es necesario reconocer y consagrar el derecho a la propiedad, "que es lo que permite a cada uno concretar su proyecto de vida a través de los legítimos beneficios que su trabajo le reporta".
Tras esto, el empresario planteó que el ejercicio de todo emprendimiento o actividad económica debe desarrollarse en igualdad de condiciones para todos los potenciales competidores, "con herramientas eficaces para que el Estado pueda detectar, fiscalizar y sancionar cualquier acción que pudiera atentar contra la libre competencia".
Como quinto punto, según el dirigente de la CPC, los bienes y servicios que las personas necesitan para vivir y realizarse con dignidad "deben ser provistos por el Estado y los privados, en un sistema mixto basado en la libre elección", consagrando el principio de colaboración.
Sutil señaló, asimismo, que en la nueva Carta Magna se debe establecer que el Estado sólo podrá actuar como empresario en caso que una ley lo haya autorizado y que deberá ceñirse a los mismos cuerpos legales que regulen la actividad empresarial privada.
Finalmente, expuso que la actividad empresarial, tanto privada como del Estado, "siempre deberá ejercerse respetando en plenitud la dignidad humana y los derechos propios de la persona".
