El senador Matías Walker (Demócratas) aseguró en Cooperativa que la diferencia entre el a favor y el en contra se hará cada vez más estrecha de cara al plebiscito del 17 de diciembre, mientras la ciudadanía conozca en profundidad en qué consiste la propuesta constitucional.
"Yo creo que cuando la gente vaya conociendo las enmiendas concretas que contiene este nuevo texto en materia de seguridad ciudadana, de lucha anticorrupción, de modernización del Estado, de alguna manera se van a ir acortando las cifras de diferencia entre el a favor y el en contra", proyectó en El Diario de Cooperativa.
En caso de que vuelva a triunfar el rechazo, anticipó que "no me voy a prestar" para un escenario en que se le encargue al Congreso la redacción de otra propuesta, por cuanto "sería una burla a la ciudadanía".
"LUCES Y SOMBRAS"
- Sergio Campos: La consejera María Pardo y (la presidenta de la Comisión Experta) Verónica Undurraga han dicho que hay distintas irresponsabilidades: por ejemplo, que se deja sin recursos a los municipios con esto de las contribuciones; que la objeción de conciencia favorece a los que buscan eludir las leyes; el Estado de Sitio abre la posibilidad de suprimir la libertad en forma permanente; el rol de la regulación permite los abusos. ¿Usted coincide con estas críticas?
Como Demócratas, estamos analizando el texto en su conjunto, de manera sistemática, con sus luces y sus sombras. Es un proceso que parte con una ventaja, que son los 12 bordes, las 12 bases que, sin duda, marcan una ventaja respecto al proceso anterior.
Hay cosas positivas: por ejemplo, el Estado social y democrático de derecho, que establece un Estado solidario que debe remover los obstáculos que impiden el ejercicio efectivo de los derechos a través de una acción de protección. Todo lo que es la modernización del Estado, la profesionalización del Estado, esta Unidad Anticorrupción, el sistema político, que es la sala de máquinas de una Constitución, y favorece partidos políticos más fuertes. En materia de seguridad ciudadana, la Defensoría de las Víctimas de la Delincuencia, una Unidad Supraterritorial del Ministerio Público que combate el crimen organizado.
Dentro de lo negativo, es muy importante que el principio del interés superior del niño no sea determinado preferentemente a través de los padres, sino que sea un derecho autónomo. Se vieron distintas redacciones, y la propia Verónica Undurraga hizo una propuesta muy buena que no fue acogida y hay todo un debate ideológico. Pero eso es lo que hay que analizar, y lo haremos con calma en los próximos días.
Lamento mucho que no se haya llegado a un acuerdo transversal, como sí logró arribar la Comisión Experta. Pero lamentablemente, la ciudadanía se pronunció en mayo eligiendo una mayoría muy importante de consejeros que tienen una sensibilidad más bien de derecha, más bien por los temas de seguridad, algo conservador en temas valóricos. Y por eso se trataba de buscar un equilibrio entre el texto de la Comisión Experta y el texto del Consejo Constitucional.
¿DISCUSIÓN EN EL CONGRESO?
- Sergio Campos: ¿Hasta qué punto coincide con aquellos que dicen que si se rechaza la Constitución que se va a proponer al país, quiere decir que con eso se legitima la Constitución de 1980?
Hay algo que yo descarto y quiero decirlo responsablemente: que si gana la opción en contra sea el Congreso el que redacte la nueva Constitución. Yo creo que si se vota nuevamente en contra, el mensaje a la ciudadanía es claro: que hay que darle un respiro, y de ninguna manera puede ser el Congreso Nacional el que sustituya la voluntad popular.
- Verónica Franco: Y en esa medida, ¿está en la línea de la ministra vocera, Camila Vallejo, que dice que difícilmente habría condiciones para que en este Gobierno se pueda iniciar un nuevo proceso constitucional?
Lo que pasa es que son tantos los temas que hoy día quejan al país -el desempleo, la inseguridad ciudadana- que yo creo que si triunfa la opción en contra, tenemos que darle un respiro a la ciudadanía. De ninguna manera el Congreso debe abocarse a redactar la Constitución, porque son tantos los proyectos de ley que está demandando la ciudadanía. Por eso le dijimos a la ministra (del Trabajo) Jeanette Jara que no podemos congelar la discusión de la reforma de pensiones mientras se discute el proceso constituyente. O sea, claramente si gana la opción en contra se tiene que cerrar el proceso.
- Verónica Franco: ¿Tampoco con reformas a la actual Constitución? Como se modificó desde dos tercios a tres quintos para poder hacer los cambios que se requieren.
Por supuesto, impulsamos los cuatro séptimos con la senadora Ximena Rincón para que se puedan hacer reformas a la Constitución, reformas puntuales, pero no una nueva Constitución. Por supuesto que en ese evento se podrían rescatar temas importantes en materia de seguridad ciudadana -la Defensoría de las Víctimas, una Fiscalía Supraterritorial que combata el crimen organizado y el narcotráfico- o hacer cambios al sistema político, pero sería una burla a la ciudadanía que después de que haya dicho dos veces que votaban en contra, decirles "no se preocupen, porque la Constitución la vamos a hacer en el Congreso" y yo, por lo menos, no me voy a prestar para eso.
"LAS CIFRAS SE VAN A ESTRECHAR"
- Paula Molina: Está el escenario de que el resultado, en cualquiera de sus dos sentidos, no sea demasiado marcado. Hay quienes apuntan a que si hay muy poca diferencia, este tema constitucional va a seguir abierto en el país. ¿Usted coincide con eso?
Siempre se pueden hacer reformas puntuales a la Constitución, pero claramente las reglas del juego del Acuerdo por Chile -suscrito por todos los partidos políticos, a excepción del Partido Republicano- señalan que si gana la opción a favor por más del 50%, se aprueba la nueva Constitución. No es lo que queríamos, siempre soñábamos con el caso de la Constitución española, que fue aprobada por el 78% o la Constitución alemana del 48, también por un margen muy mayoritario.
Pero lamentablemente, la conformación de las fuerzas políticas en el Consejo Constitucional, donde no estuvo representado el centro político (...) nos lleva a que vamos a tener un plebiscito muy competitivo. Yo creo que cuando la gente vaya conociendo las enmiendas concretas que contiene este nuevo texto en materia de seguridad ciudadana, de lucha anticorrupción, de modernización del Estado, de alguna manera se van a ir acortando las cifras de diferencia entre el a favor y el en contra.
Más que anticiparse al resultado que vamos a tener el 17 de diciembre, a lo que uno aspira es que la ciudadanía se vaya informando del texto, del contenido. Como Demócratas vamos a conversar con nuestras bases de todas las regiones, y vamos a estar muy atentos a lo que nos digan las regiones. Creo que acá tiene que hablar la ciudadanía, más que las cúpulas de los partidos políticos.
- Paula Molina: ¿Cree usted que en esta campaña o en este texto hay cosas que van a ser atractivas a esta propuesta constitucional para muchas personas, independiente de que represente o no la mejor propuesta para el país?
Sin duda. Alivianar el pago de contribuciones para la clase media, para los adultos mayores, que después de toda una vida de trabajo prácticamente el Estado les cobra un arriendo por vivir en su única propiedad, va a despertar mucha adhesión ciudadana. Es importante que se haya encomendado a la ley la regulación de las excepciones, obviamente las personas con mayor patrimonio, con mayores ingresos no deben tenerla. Eso me parece importante, porque también hay que compensar la situación de municipios que viven del Fondo Común Municipal y de esas contribuciones. Yo siempre soy partidario que los impuestos se regulen en la ley y no en la Constitución por lo mismo, porque además sólo el Ejecutivo tiene iniciativa en materia de gasto.
Todo lo que dice relación con la Defensoría de las Víctimas de la Delincuencia -que tiene que tener recursos en todas las comunas-; una Agencia Nacional contra la Corrupción, a propósito del escándalo de las fundaciones, en fin. Son temas que van a ser atractivos para la ciudadanía, por eso yo creo que las cifras se van a estrechar. Vamos a tener un plebiscito bastante competitivo en diciembre, y lo que tenemos que preguntarnos como Demócratas y también todos los auditores es si esta propuesta es mejor o no que la Constitución que tenemos actualmente.