"El hecho de que enfrentemos un plebiscito con cuatro séptimos, si usted analiza el espectro político con un cuatro séptimos, se puede reformar fácilmente todo, no hay problema".
Así, el senador opositor Manuel José Ossandón (Renovación Nacional) defendió este miércoles, en conversación con El Diario de Cooperativa, el proyecto que rebaja de dos tercios y tres quintos a uno uniforme de cuatro séptimos el quórum de reforma de la actual Constitución, que está listo para ser votado por la Sala de la Cámara Alta.
El objetivo planteado por los promotores de la iniciativa, originada en una moción de los senadores DC Ximena Rincón, Matías Walker e Iván Flores, además del independiente de la bancada PPD Pedro Araya, es poder llevar "una agenda de transformaciones profundas" con la Carta Fundamental vigente desde 1980, que seguirá rigiendo en caso de que el nuevo texto elaborado por la Convención Constitucional sea rechazado en el plebiscito del 4 de septiembre.
"Aquí hay dos opciones: la del Apruebo, que creo que no van a modificar ninguna letra de la Constitución, porque no se puede y no están los votos para modificarla, y el Rechazo, que es mucho más factible, porque con el cuatro séptimos sí se pueden cambiar enteras las cosas para un lado o para el otro, que se hagan las cosas bien hechas y que tenga un plebiscito", afirmó Ossandrón.
"Todos tenemos pecados y el pecado de la centroderecha o de la derecha es haberse opuesto a muchos cambios que tenían que hacerse antes. El cuatro séptimos es el inicio de la prueba de la blancura", sostuvo el parlamentario RN.
UN NUEVO PLEBISCITO
"Yo fui -quiero ser súper claro- de las personas que aprobó el Apruebo (de cara al plebiscito de entrada del 25 de octubre de 2020), que trabajó fuerte en el inicio del Acuerdo por la Paz (firmado el 15 de noviembre de 2019), que creo que Chile necesita una nueva Constitución y que la Constitución del 80 murió", enfatizó Ossandón, abogando por un nuevo proceso constituyente.
"No me cabe en la cabeza que alguien pueda pensar hoy día -hay algunos de extrema derecha- que la Constitución del 80 se puede reformar. Eso no es así", aseguró.
"No creo que (un eventual nuevo proceso constituyente) necesite un plebiscito de entrada. Deberíamos hacer un acuerdo político, un acuerdo transversal, en la opción de que gane el Rechazo", planteó el legislador.
Descartó, no obstante, la opción de convocar a una nueva Convención: "No, y la gente no lo va a aceptar", dijo tajantemente.
"Esta es una opinión muy personal, pero creo que el texto que se aprobó (por los convencionales) se puede -y hay varios mecanismos, con expertos transversales, etcétera- realmente modificar y hacer un plebiscito de salida", sugirió Ossandón.
Según el senador, "hay una propuesta de académicos que tiene toda una fórmula que le permiten al Presidente de la República ponerle, no sé, 60 expertos de distintas universidades, ramas y distintas cosas que representan muy bien la realidad chilena que podrían perfectamente meterle mano a este texto, pero claramente tenemos que tener una alternativa si gana el Rechazo, que es lo que va a pasar".
¿Bajo qué mecanismo se elegirían a esos expertos? "Para eso están los acuerdos políticos", afirmó.
SE MANTIENE LA TENSIÓN EN EL CONGRESO
Sobre este proyecto, que mantiene tensionado al Congreso, el senador independiente de la bancada PPD Pedro Araya, uno de sus impulsores, advirtió que "hoy estamos en el mundo al revés: por una parte, el Partido Comunista y el Frente Amplio se oponen a terminar con los quórum de la actual Constitución y la derecha, que históricamente se opuso a esta demanda, apoya esta iniciativa".
"Quiero insistir que este proyecto no tiene que ver con el Apruebo o el Rechazo, sino que más bien es la labor que tenemos los parlamentarios de legislar y entregar una llave maestra para continuar con el proceso constitucional en el caso que gane el Rechazo", puntualizó Araya, afirmando que "es un argumento falaz -que han tratado de levantar algunos- que este proyecto lo que hace es pavimentar el camino al Rechazo".
La reforma en cuestión fue visada la semana pasada en la Comisión de Constitución, y en su futura votación en Sala requiere el apoyo de 33 senadores para ser aprobada y avanzar a la Cámara de Diputadas y Diputados para su segundo trámite.
De lograr llegar hasta la Cámara Baja, su discusión -según se prevé- será más difícil por la correlación de fuerzas, que es mucho más diversa: "Quienes creen que este es un debate de quórum se equivocan profundamente, porque -además- creo que le hace un favor al Rechazo", advirtió la diputada de RD Catalina Pérez.
En esta línea, señaló que esta propuesta "es una ilusión de una viabilidad, de una tercera vía que no existe en términos ni jurídicos ni políticos, porque seguimos quedando finalmente en manos de la derecha con 4/7 o con 2/3 respecto de la modificación de la Constitución de 1980". De todas maneras, Pérez aseguró que "son todos debates democráticos que tienen que darse en los tiempos que correspondan sin los apuros que pone un determinado contexto mediático y político".