María Rivera abogaba por la disolución de las instituciones del Estado y su reemplazo por "una única asamblea que concentre todos los poderes".
La Comisión de Sistema Político también rechazó la iniciativa popular que buscaba mantener el Congreso bicameral.
Cero votos a favor consiguió en la Comisión de Sistema Política de la Convención Constitucional la propuesta de María Rivera quien, invocando a la Unión Soviética, buscaba disolver las instituciones del Estado y, en su reemplazo, crear "una única asamblea que concentre todos los poderes", compuesta por 600 trabajadores.
En su exposición ayer, la constituyente trotskista argumentó que "esto no es una novedad, no es un invento nuestro", recordando que "en Rusia, los consejos obreros y populares, instituciones del poder soviético, eran compuestos por trabajadores electos desde abajo y de forma democrática, sin la influencia del dinero".
Este jueves, en su votación en general en la referida instancia, la iniciativa no obtuvo ningún apoyo y, en cambio, 25 votos en contra, es decir, todos sus integrantes.
El convencional Fuad Chahín (DC) planteó que esta propuesta "va en el sentido contrario de todo lo que hemos hecho".
"El propósito de esta convención, es ver cómo mejoramos, profundizamos nuestra democracia, la modernizamos, pero no como la destruimos. Por lo tanto, creo que es una buena señal no solo que se haya rechazado, sino que se haya rechazado de forma unánime", destacó.
También se aprobó una propuesta que busca eliminar los cuórums supramayoritarios, estableciendo la mayoría simple como regla, salvo excepciones como en reformas constitucionales. Además, contempla iniciativas populares e indígenas, promueve la deliberación ciudadana de proyectos y una simplificación de los trámites de la ley.
En ella se establece que las urgencias no estarán radicadas solo en el Ejecutivo y en el Legislativo, sino que también las personas podrían pedir que ciertos proyectos se tramiten con urgencia.
En las votaciones de hoy, la comisión también rechazó -con 12 votos a favor y 13 en contra- la iniciativa popular de norma de mantener el Congreso bicameral actual, impulsada por el economista Miguel Lorca y que había conseguido 27 mil apoyos ciudadanos.
Igualmente denegó un proyecto de norma que apuntaba a fijar escaños reservados indígenas en un Legislativo de dos cámaras.
La mayoría de la instancia no cambió de opinión respecto al tema, pues hace un par de semanas visó en general otra propuesta que busca establecer un Congreso unicameral, sin Senado y reformulados la corporación única que existiría, norma que debe votarse en particular.
Cabe destacar que si la propuesta del bicameralismo no logra un acuerdo más amplio podría no llegar al pleno.
Constanza Schonhaut, convencional del Frente Amplio, dijo que "la unicameralidad es un diseño adecuado" a lo que piensan para un sistema político. Enfatizó también que "de aquí al pleno todavía queda tiempo", por lo que el debate sigue abierto.
"En lo que sí hay un consenso, yo diría bastante transversal, es que lo que no queremos replicar es la institucionalidad actual", puntualizó Schonhaut.
Por su parte, el convencional Cristián Monckeberg (RN), uno de los impulsores del Congreso bicameral con algunas modificaciones, sostuvo que "lo que se está aprobando hasta el minuto va por mal camino". También consideró que se hace "más complejo", para la eficiencia del Congreso, una Cámara con 205 miembros.
De todas formas dijo, al igual que Schonhaut, que aún hay tiempo hasta la próxima semana, reiterando su advertencia de que "a lo mejor se rechaza todo y no tenemos Congreso".
