Tras una reunión realizada en la tarde de este miércoles en el Congreso, los partidos políticos decidieron volver a encontrarse el próximo lunes en Santiago con el fin de avanzar en un nuevo proceso constituyente.
La cita de esta jornada se llevó a cabo en la Sala Jaime Guzmán del Senado, Cámara cuyo fin proponía el texto constitucional rechazado por el país, y estuvo marcada por el atraso de algunos parlamentarios, quienes llegaron hasta la Biblioteca del Congreso por una confusión en la citación.
El timonel de la Cámara de Diputadas y Diputados, Raúl Soto (PPD), dijo que "el primer consenso que tenemos es que vamos a avanzar juntos, sin prisa, pero sin pausa. Eso significa que vamos a poner todo nuestro esfuerzo y voluntad de diálogo genuino, vamos a poner toda la diversidad de opiniones, de propuestas, de ideas, sobre la mesa".
A su vez, Álvaro Elizalde, presidente del Senado, destacó que "hay una voluntad de seguir dialogando para ponernos de acuerdo en un mecanismo democrático, participativo, institucional, que nos permita efectivamente avanzar hacia una Constitución nacida en democracia, que sea expresión de un apoyo transversal en la sociedad chilena".
"Vamos a sistematizar las propuestas específicas que se han planteado y vamos a convocar a una nueva reunión el lunes a las 09:00 en el Congreso en Santiago para continuar con este diálogo", puntualizó.
En tanto, a juicio de la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, "tenemos que lograr habilitar esta reforma constituyente pronto para efectos de que el periodo entre la elección, lo que dure la elaboración de la Constitución y el plebiscito de salida sea todo dentro del año 2023".
"Por lo tanto, si nosotros queremos hacer una reforma constitucional para eso tiene que ser pronto y que se vote en el Congreso próximamente, no hay plazos de meses, acá hay plazos de semana", exhortó.
RN PIDE QUE SE CONSIDERE EL "PESO DE CADA PARTIDO"
El diputado Jorge Alessandri (UDI) dijo que "hay una presidencia mixta o conjunta entre el senador Elizalde y el diputado Soto, cada uno ha dado sus planteamientos. Sin entrar en detalles del mecanismo, yo diría que la única cosa en la que hay consenso hasta el momento es que definido un texto tiene que haber un plebiscito de salida como el que hubo el domingo pasado".
"Sobre los plazos, se ha hablado un año, algunos del tiempo que sea necesario, otros de seis meses, estoy citando a distintos presidentes de partido que han hablado, partidos pequeños, grandes, todos con representación parlamentaria", recalcó.
El presidente de RN, Francisco Chahuán, planteó que "nosotros consideramos que temas como la representación o el peso de los respectivos partidos debe ser también considerado, más allá de que por supuesto están todos los partidos convocados, pero hay un peso relativo en su representación parlamentaria que es distinta".
Por su parte, desde el Partido Republicano, que -a diferencia de Chile Vamos- no ha manifestado compromiso para ningún nuevo proceso, pidieron en la reunión no asumir como una obviedad que la ciudadanía quiere seguir en el camino de la elaboración de una Constitución, y que, si finalmente se llega a un acuerdo político, se le pregunte aquello a la gente mediante un plebiscito.
GOBIERNO "ACOMPAÑARÁ" PROCESO, PERO NO HARÁ PROPUESTAS
Desde el Gobierno, la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, explicó que acompañarán el proceso de diálogo, pero no hará propuestas específicas. El Ejecutivo hablará a través de los partidos oficialistas, a fin de que sean las tiendas con representación parlamentaria las que tengan el protagonismo.
"Nosotros como gobierno vamos a acompañar este proceso con plena disposición y con el mejor de los ánimos, poniendo a disposición por ejemplo los profesionales expertos técnicos que tenemos, que pueden aportar antecedentes, informes, legislaciones constitucionales comparadas, etcétera, pero nosotros no vamos a estar emitiendo opinión", sostuvo.
Desde el lunes se iniciará un trabajo sistematizado de propuestas para el nuevo proceso, y los participantes buscan incluir en los diálogos a representantes de los empresarios, los trabajadores, las pymes y las universidades, a fin de que haya un respaldo social importante.