Con poco menos del 30% de los votos, el presidente del gremialismo fue el primero en reconocer la derrota del A Favor.
"Vamos a dormir tranquilos", aseguró el timonel Javier Macaya.
El primero en reconocer la derrota del A Favor en el plebiscito constitucional de este domingo, cuando había pasado una hora y media desde que se cerraron las mesas, fue el senador Javier Macaya, presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
"Hay una tendencia clara con respecto a la opción En Contra y obviamente desde la UDI, como lo hemos hecho siempre, desde una perspectiva de coherencia y respeto a la democracia, nosotros hoy día reconocemos este resultado, que es una evidencia, una muestra, de un cansancio constitucional que tiene nuestro país", dijo el timonel gremialista ante el inminente avance del rechazo a la propuesta de nueva Constitución, que a esta hora demuestra que esa opción se impuso con más del 54% por sobre la alternativa que él defendió, con poco menos del 30% de los votos escrutados.
Con este resultado, se mantiene de momento la Carta Fundamental actual, redactada en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Aunque ha sido modificado varias veces en democracia, el texto vigente suma varias críticas: no solo se le cuestiona por ser "herencia de Pinochet", sino también porque, dicen sus opositores, consolida un papel residual del Estado en la provisión de servicios básicos, que justamente fue uno de los motivos de las masivas protestas que en 2019 empujaron el inicio del proceso constituyente.
Macaya sostuvo que "los chilenos dijeron al comienzo de esta historia que querían una nueva Constitución. Hoy día, por segunda vez ha quedado ratificada la Constitución vigente en Chile. Y es importante en eso ser coherentes con esta respuesta democrática que ha planteado nuestro país".
"Nosotros hoy día vamos a dormir tranquilos", aseguró el líder de la UDI: "Sabemos que los chilenos han tomado una decisión y somos respetuosos de esa decisión que han tomado los chilenos el día de hoy. Y esa decisión también nos obliga a partir de hoy también a exigirle al Gobierno, a las fuerzas de izquierda, que fueron capaces también de pretender refundar nuestro país hace ya cuatro largos años que ha tenido que vivir nuestro país en este proceso, y estamos absolutamente convencidos de que hemos recorrido un camino con coherencia. Ese camino con coherencia hoy día nos obliga a respetar la decisión de la democracia".
A juicio de Macaya, "Chile no quiere cambios constitucionales ni tampoco refundaciones y, desde esa perspectiva, así como honramos nuestra palabra el año pasado para darle continuidad a un proceso, hoy día también le exigimos al Gobierno, a las fuerzas de izquierda, que sean coherentes con un compromiso que hicieron de no volver a levantar el tema constitucional".
"Una mayoría de los chilenos y chilenas hoy día dijo libre y soberanamente que se opone a una nueva Constitución, pero tiene algo muy relevante: que se ratifica ya por segunda vez la Constitución vigente. La Constitución actual sigue vigente y así lo ha decidido el país y es una decisión de la democracia que nosotros le vamos a exigir también a los impulsores del En Contra, que tienen todas las lógicas donde celebrar. Para cualquier persona que esté imbuida hoy día en la política, es algo que a nuestro juicio no corresponde", agregó.
Y prometió: "Nosotros vamos a impedir con toda nuestra fuerza, con todas nuestras facultades, que la izquierda persista en el ánimo de refundar Chile".
"Hay un mensaje enorme, gigantesco para toda la política: los chilenos están cansados del tema constitucional. Están cansados de este debate que abrió la izquierda hace cuatro años, asegurando que la Constitución era la madre de todos los problemas. El Gobierno quizá hoy día va a celebrar, la izquierda va a celebrar un triunfo amargo, primero porque lo comparte también con parte de una derecha, un sector extremo, que contribuyó también con sus votos a la opción En Contra y luego porque ha sido derrotada en su anhelo histórico de reemplazar la actual Constitución", enfatizó Macaya.
Por su parte, la senadora y presidenta de Demócratas, Ximena Rincón, apuntó que "hoy se termina un largo ciclo de más de cuatro años en un debate constitucional".
En la misma línea que Macaya, indicó que "los grandes derrotados claramente son los que tenían un ánimo refundacional".
"Hoy el pueblo de Chile se ha manifestado y ha dejado vigente la Constitución que nos rige, creo que el ciclo se ha cerrado y de manera clara, categórica y definitiva. Aquí no hay espacio para volver a intentar en dos o tres años más un debate constitucional, la ciudadanía está cansada y quiere que respondamos con nuestro trabajo a las urgencias que el país tiene en los ámbitos que hemos señalado", aseveró.
Frente a ese escenario, Rincón afirmó que "el mandato de la ciudadanía -que se ha expresado- tiene que ver con que Chile y sus autoridades se hagan cargo de sus urgencias en el ámbito de la seguridad, salud, pensiones, vivienda y de la crisis económica que el país enfrenta".
Desde la sede de Renovación Nacional, el senador y presidente de la colectividad, Rodrigo Galilea, señaló sobre la derrota que "no pasó ni por liderazgos ni vocerías", y que cada partido "tendrá que hacer su propia evaluación si es que estuvieron a la altura de la circunstancia, si hicieron el mejor de los esfuerzos, de lado a lado".
Sin embargo, reparó en que "lo concreto que la ciudadanía pareciera que nunca creyó en este proceso, se mostró siempre distante y me parece que la votación de hoy da muestra de eso, la ciudadanía no quería una nueva Constitución, sino que quería que el Congreso y el Gobierno se concentren única y exclusivamente en los problemas reales de ella".
Asimismo, agregó que RN estuvo A Favor porque "creemos que este proceso le permitía al Estado de Chile, tener mejores herramientas para solucionar lo que el país necesita. Pero entendemos muy claramente el mensaje de la ciudadanía, no hay más experimentos o intentos constitucionales".
"La ciudadana quiere que a través de las herramientas que tenemos hoy hagamos lo mejor posible para solucionar los problemas de seguridad, de economía y que la política sea efectivamente útil y representativa para los intereses del país", insistió.
