El exsenador y exministro Andrés Zaldívar (DC) reivindicó el concepto de la "cocina" en la política que acuñó hace algunos años, y defendió que va en el sentido de conversar y preparar el camino para lograr acuerdos.
"En estas cosas no todo el mundo puede estar en la cocina, ahí muchas veces está el cocinero con algunos ayudantes, pero no pueden estar todos", fue la frase que pronunció Zaldívar en 2014, siendo aún senador, en los albores del segundo Gobierno de Bachelet, en el marco de unos acuerdos en materia tributaria.
Desde entonces, reprochó en El Diario de Cooperativa que "el concepto fue mal interpretado", pues hasta nuestros días es común escucharlo con una connotación negativa cuando existen negociaciones políticas.
"Todos los días se hace 'cocina' en la política, porque la política requiere conversar, buscar acuerdos", precisó, remarcando que aquello se hace necesario hoy, "más aun cuando hay un Gobierno no tiene suficientes mayorías y (estamos) en un momento en que hay una desintegración de los partidos políticos, y hay muy poca conducción y falta de liderazgo".
"¿Qué significa el término 'cocina'? Que hay que hablar las cosas y poder llegar a acuerdo. No es que se hagan en secreto (...) sino que se abre un espacio de conversación privado; las negociaciones no se hacen en la plaza pública, sino que requieren cierta privacidad para buscar la base de los acuerdos", continuó.
Enfatizó que, en el sentido político, "la cocina no son arreglines, son conversaciones para preparar el camino", algo que "está faltando hacer bien en Chile, lo vimos recientemente en el (fallido) nombramiento del fiscal nacional".
"ME QUEDARÉ EN LA DC HASTA EL ÚLTIMO"
El histórico militante de la Democracia Cristiana reafirmó su fidelidad con el partido, que vive una profunda crisis interna y que ha sufrido la reciente salida de importante figuras.
Zaldívar, dos veces timonel de la Falange, cree que "si la DC administra bien su crisis" puede superarla y resurgir "como el ave fénix, de las cenizas".
"La DC debiera salir delante de esta crisis, porque la razón de ser del partido ha sido ir detrás de un proyecto de cambio y transformación social, de afirmación democrática, respeto irrestricto a los derechos humanos. Y falta mucho por hacer. La Democracia Cristiana tiene ese sentido político y no veo por qué tengamos que irnos a nuestra casa o terminar con lo que ha sido la DC", sostuvo.
En ese contexto, aseguró: "Me voy quedar en la DC hasta el último para tratar de que este proyecto político subsista".
EL GOLPE
Zaldívar, de actuales 86 años, otrora ministro de Frei Montalva y de Bachelet, lanzó la último jornada sus memorias, escritas durante la pandemia, contenidas en el libro titulado "El Chile que he vivido" (Editorial Catalonia).
En el marco del lanzamiento, rememoró la época previa al golpe de Estado de 1973, que derrocó al entonces gobierno de Salvador Allende y dio inicio a la sangrienta dictadura cívico militar que encabezó durante 17 años Augusto Pinochet.
"Nosotros le hicimos ver al Presidente Allende que se hiciera un plebiscito y nos sometiéramos al resultado. Nos informaron que había estado dubitativo de hacerlo (...) tomó la decisión de llamar a plebiscito, pero la información que yo tuve es que Pinochet adelante el golpe, que estaba dispuesto para después del martes 11 (de septiembre de 1973, cuando se esperaba la convocatoria de Allende)", recordó Zaldívar.
Pero afirmó que "nosotros (la DC) no implicamos el golpe, no estuvimos comprometidos ni presionamos para que se hiciera; Lo que decimos es que el país sabía que era como una muerte anunciada, que iba a haber uno, pero no sabíamos exactamente cuándo".
No obstante, sí hace un mea culpa: "En el libro reconozco que la declaración nuestra como partido fue más ingenua que la que la del Grupo de los Trece (que lo rechazó). Si bien en parte importante de contenido son iguales, la de los Trece fue tajante en la condena del golpe, mientras que la nuestra le da espacio a las Fuerzas Armadas para retomar la democracia en el menor tiempo posible".