El sociólogo y analista electoral Axel Callís analizó este martes la declaración pública que suscribió la Democracia Cristiana (DC) junto al Partido Socialista (PS) y el Partido Por la Democracia (PPD) en la que ratificaron su intención de iniciar un "proceso de convergencia" de cara a las elecciones generales de noviembre, excluyendo al Partido Radical (PR) de esa fórmula.
En el texto, los tres partidos dieron a conocer su intención de "impulsar, junto a otras fuerzas políticas progresistas, un proceso de convergencia para arribar a una opción presidencial unitaria y una lista parlamentaria común que represente un programa de transformaciones profundas para avanzar hacia un Chile más justo, gobernable y democrático".
Sin embargo, en ningún punto de esa carta, elaborado luego de una reunión en la casa de la líder de la falange, Carmen Frei, se menciona el tema de una primaria convencional, que es algo que han promovido los partidarios y el comando de Paula Narváez -carta del PS y apoyada por el PPD, el PL y la plataforma Nuevo Trato-, pero los mismos salieron luego a ratificar que lo que buscan es una definición con participación ciudadana.
Tras conocer la declaración de la DC, el PS y el PPD, el director de la encuestadora Tú Influyes dijo en Lo Que Queda de Cooperativa que se trata de "una formalidad de decir 'queremos estar juntos, pero todavía no sabemos cómo'", y eso tiene que ver con lo que suceda el 18 de julio, en las primarias legales que tendrán Apruebo Dignidad y Chile Vamos, en las cuales va a haber una demostración de fuerzas".
A juicio de Callís, dada la popularidad de la militante demócrata cristiana y presidenta del Senado, Yasna Provoste, (no declarada candidata, pero quien aparece en los primeros lugares de las preferencias en diversas encuestas), "lo que ha tratado de hacer la DC es ganar tiempo. De una u otra forma, dice 'veámoslo después del 18 de julio, cuando tengamos todas las piezas del tablero y ahí veamos si es procedente o no'".
"Yo ahí le encuentro un punto a la DC, porque es muy riesgoso hacer una primaria convencional después de dos primarias legales donde pueden ir muchas personas (...) Podemos tener una primaria de 700.000 y otra de 800.000, y aparecer la Unidad Constituyente una semana después con una primaria convencional de 40.000 poco ayuda al que gane o la que gane esa primaria, porque va a quedar muy debilitado", sostuvo el experto electoral.
Con todo, Callís afirmó que el gran desafío de la ex Concertación "es cómo pasa el invierno en la agenda, estando arriba esencialmente Yasna Provoste y Paula Narváez, sin que se la 'coman' las dos primarias legales del 18 de julio".
"Recordemos que en 2017, cuando la Nueva Mayoría decidió no hacer una primaria, (el candidato presidencial del bloque Alejandro) Guillier no sobrevivió al invierno, porque hubo primarias en el Frente Amplio y en Chile Vamos y cuando apareció en agosto, después de estar fuera de la agenda durante parte de junio y julio, ya estaba muy debilitado", apuntó el sociólogo.
VOTO OBLIGATORIO
Por otra parte, luego de que el Congreso diera este martes un paso hacia para restablecer el voto obligatorio, tras aprobar la Cámara de Diputados un proyecto que lo restituye nueve años después de su eliminación, Callís planteó algunas aprensiones respecto de la iniciativa, que, en su opinión, "no entra en el fondo" de la crisis política.
"Esto es casi un ritual formal, porque todos los que estamos metidos en esto sabemos que lo que el voto obligatorio va a hacer es ocultar el síntoma o, derechamente, la enfermedad. El problema que tiene la política actualmente es una crisis de representación, de mala imagen, de falta de ideas y falta de renovación", arguyó el analista.
Aprobado dos días después de la segunda vuelta de la elección de gobernadores en 13 regiones, donde acudió a las urnas apenas el 19,6% del padrón electoral, el articulado de la normativa, que ya había sido visada en general el 26 de mayo por 107 votos a favor, 16 en contra y 23 abstenciones, modifica el artículo 15 de la Constitución y cambia el término de voto "voluntario" por "obligatorio".
La modificación no alcanza a los ciudadanos chilenos residentes en el extranjero.
La norma se aplicará, en caso de ser ratificada en el Senado, cuando se cambie la ley orgánica constitucional respectiva, expresó la Cámara de Diputados, de modo de regular, por ejemplo, cómo es que este mecanismo se usará, cómo funcionará el sistema de inscripción, qué incentivos se podrán generar y cuáles serán las sanciones aplicables para las y los infractores.
Sobre ese último punto, Callís advirtió que "si ese voto obligatorio no va acompañado de una sanción, vamos a tener un voto obligatorio a la chilena, como era antes: quienes estaban inscritos voluntariamente en el padrón no iban a votar y nadie los sancionaba".
"Es bastante difícil poner sanciones, cuando ni siquiera respetamos la cuarentena o cuando ni siquiera las personas tienen plata para tomar la micro para ir a votar", sentenció.