El objetivo de la medida es precaver que la actividad pública no se vea afectada por la realización del proceso.
La regulación existente sobre la materia le otorga la calidad de un proceso electoral a este proceso.
Las directrices son también aplicables a las elecciones primarias, argumentó la Contraloría.
Un dictamen emitido este miércoles por la Contraloría General de la República estableció que las directrices relativas a prescindencia política de los funcionarios públicos con motivo de las elecciones municipales de octubre próximo son también aplicables a las elecciones primarias.
Así, se insiste en las instrucciones a los trabajadores de la administración del Estado con el objetivo de precaver que la actividad pública no se vea afectada por la realización del proceso y de asegurar los principios de probidad administrativa, juricidad y apoliticidad de los funcionarios durante el procedimiento eleccionario.
La Contraloría argumentó en su dictamen que la regulación existente sobre la materia le otorga la calidad de un proceso electoral a estas elecciones primarias, entendiendo que el proceso "contempla la participación de los ciudadanos a través de un sufragio individual en un acto electoral".
Así, con la emisión de estas instrucciones se pretende evitar el uso indebido de recursos financieros, físicos y humanos de los organismos de la administración del Estado en períodos eleccionarios y proteger a los funcionarios públicos de la aplicación de medidas expulsivas por parte de la autoridad durante dicho proceso y resguardar su derecho a sufragio.
