Sebastián Izquierdo explicó en Cooperativa que la encuesta muestra "un panorama de una baja identificación con los partidos", históricamente asociados a la izquierda o la derecha.
También constató que el estallido social de 2019 "ha perdido fuertemente el apoyo ciudadano", lo que estaría motivado por la falta de solución a las demandas.
La encuesta N°92 del Centro de Estudios Públicos (CEP) mostró que la ciudadanía se ha ido acercando políticamente hacia los sectores de centro más que a la izquierda o la derecha, expuso en Cooperativa el coordinador académico Sebastián Izquierdo.
El ingeniero, integrante del Comité de Opinión Pública del CEP, apuntó en entrevista con Lo Que Queda del Día que "uno está observando, en términos políticos, un panorama de una baja identificación de la ciudadanía con los partidos".
El estudio constató que el Congreso Nacional y los partidos son las instituciones peor evaluadas, con apenas un 8% y un 4% de confianza ciudadana, respectivamente.
"A la vez, uno empieza a observar, en las posiciones más de centro, una tendencia que ha ido en aumento en los últimos años", subrayó Izquierdo.
Si bien en la última encuesta, realizada entre agosto y septiembre, la identificación con el centro político se mantuvo en 42% respecto al sondeo de julio, sigue estando cinco puntos porcentuales (pp.) por sobre el año pasado, y es mayor respecto a la izquierda (17%, -1 pp.) y la derecha (17%, +3 pp.).
La encuesta N°92 también midió la opinión sobre el estallido social, del que este mes se cumplen cinco años.
"La foto es muy clara. Ha perdido fuertemente el apoyo ciudadano, e incluso la mitad de las personas lo califica como algo malo", puntualizó Izquierdo en Cooperativa.
Según el estudio, en diciembre del 2019 el 55% de las personas apoyaba el estallido, porcentaje que ahora cayó apenas al 23%. Además, el 50% de los encuestados considera hoy que fue "malo o muy malo" para Chile, y sólo el 17% aún lo ve como "bueno o muy bueno".
"Sabemos que hubo hechos violentos, pero también hubo marchas, muchas pacíficas, con demandas legítimas. Pero después de cinco años, ¿esas demandas han sido resueltas (y) estamos con un crecimiento económico más vigoroso (que trae una serie de consecuencias positivas para la ciudadanía)? Es poco", analizó el coordinador académico del CEP.
"Este apoyo ciudadano al mecanismo de estallido claramente no tuvo las consecuencias que se esperaban para resolver las demandas legítimas, y por lo tanto, su justificación y su apoyo (de hoy) podrían ir en esa línea", complementó.
Hubo "esperanzas depositadas" en esa movilización social, sin embargo, "a final de cuentas, mirando cinco años después, uno observa que las percepciones económicas, sociales y políticas siguen estando sin resolver", concluyó.
Desde el mundo político, el timonel de Renovación Nacional, senador Rodrigo Galilea, recriminó que "fue un proceso de violencia que, mirado ya a la distancia de cinco años, realmente no generó nada bueno".
"Nada bueno ni positivo puede destacarse de lo que ocurrió a partir de esa fecha, y por lo tanto yo creo que tenemos que hacer una reflexión: nunca más validar lo que es la violencia en política", instó el parlamentario de derecha.
Por su parte, desde la centroizquierda, el presidente del PPD, senador Jaime Quintana, estimó que "el país siempre va a preferir la paz y no los conflictos, nos parece que eso es bastante consistente con el sentido común".
"Pero también hay que alertar de que hay muchos temas no resueltos en materia de agenda social, en materia de pensiones, por ejemplo, que fueron las materias que dieron lugar en ese momento al estallido", remarcó.
