El diputado independiente Gabriel Boric ofreció disculpas en conversación con Lo Que Queda del Día "por el espectáculo que se da" tras la división del movimiento Izquierda Autónoma, que él integraba.
"Quiero partir pidiendo disculpas por el espectáculo que se da, porque es muy difícil de comprender y se pierde tiempo en hablar de una división cuando hay temas tanto más importantes como son las nuevas movilizaciones estudiantiles, lo que pasó en Chiloé u otros", afirmó.
El ex dirigente estudiantil añadió en Cooperativa que "hay que partir haciendo una autocrítica de que como organización no hemos estado a la altura de las circunstancias y que esta división hacia afuera no se entiende, porque -como decía un gran cantautor- el universo es mucho más ancho que nuestras caderas".
"Es una situación muy difícil de explicar dividir caminos por diferencias que cuando uno sale a trabajar en la sociedad, más allá del mundo estudiantil, resultan más pequeñas de lo que parecen cuando uno está permanentemente rodeado de un mismo círculo", remarcó el parlamentario.
Negó acusaciones de caudillismo
El ex presidente de la FECh negó también las acusaciones de caudillismo en su ex movimiento aseverando que "en un próximo período yo no voy a ir a una reelección si es que no tenemos un movimiento político nacional que sea capaz de incidir políticamente más allá de solamente denunciar".
"Si la pregunta es si yo he sido caudillista, yo creo que no y creo que tenemos valoraciones diferentes respecto al capital político que se ha generado a partir de un trabajo que hemos realizado en el Parlamento y, que desde mi perspectiva, ese capital político hay que ponerlo al servicio de una construcción colectiva que vaya mucho más allá de mi persona", agregó.
Boris sostuvo que "el caudillismo es una desviación y un riesgo al interior de organizaciones políticas emergentes, que es necesario advertir y combatir, porque en el Chile del último tiempo hemos tenido muchas experiencias que se fundan en torno al carisma de una persona y al fracasar en alguna coyuntura el proyecto entero queda huérfano y sin rumbo".
"Yo soy producto de una elaboración colectiva y si hoy estoy en el Parlamento es producto del trabajo de mucha gente, a mí me toca circunstancialmente ser la cara visible de un proyecto que no empieza ni termina en mí y desgraciadamente los medios, en su forma de abordar la noticia, tienen mucho de personalismo", concluyó.