El parlamentario recalcó en Cooperativa: "Queremos participar de la política y revolucionarla".
Enfatizó que ambas palabras "simbolizan bastante por separado, pero también juntas".
Giorgio Jackson justificó el nombre de su movimiento Revolución Democrática.
El diputado Giorgio Jackson afirmó en Lo Que Queda del Día de Cooperativa que no cambiarán el nombre a Revolución Democrática (RD) luego de que el Servel objetara la utilización de la palabra "revolución".
"Nosotros no lo consideramos como una alternativa", enfatizó el parlamentario quien recalcó que "queremos participar de la política y revolucionarla".
Jackson relató que "llevamos tres años funcionando de esta manera, creo que hemos dado basto ejemplo de que nosotros no estamos por ni dañar la integridad física de las personas ni tampoco por atentar contra la seguridad ni ninguna de esas cosas, sino que simplemente por hacer un país más justo, un país en el cual nos podamos sentir dignos de ser parte y donde la visión de los ciudadanos se haga presente como en una democracia más avanzada que la nuestra".
El parlamentario añadió que las palabras "revolución" y "democrática" son importantes porque "simbolizan bastante por separado, pero también juntas. Muchos nos dicen que son un oxímoron, es decir, dos palabras que se contradicen pero nosotros creemos que es justamente lo que necesitamos hoy: cambios radicales (...) pero a través de un proceso democrático".
"Es un tema que indigna, que ya da hasta para la risa, nadie lo ha encontrado más que algo insólito porque es una falta de criterio que cuesta digerir", expresó Jackson.
Una nueva inscripción con el mismo nombre
El diputado destacó que este viernes presentaron nuevamente un recurso para apelar a la decisión del organismo electoral y a ésta sumaron la inscripción del movimiento como partido político con el nombre de Revolución Democrática y con los reparos a la escritura subsanados.
"Creemos que ahora no debieran insistir nuevamente en esta falta de interpretación a la ley", sostuvo el ex líder estudiantil.
El Servicio Electoral, basándose en una ley creada durante la dictadura, rechazó la utilización de la palabra "revolución", entre otras objeciones hechas a la inscripción del movimiento Revolución Democrática para convertirse en un partido político.
