El alcalde electo de Santiago, Felipe Alessandri (RN), adelantó esta mañana en Cooperativa algunas de las políticas que implementará durante su gestión, poniendo especial énfasis en la situación de la población inmigrante, que -indicó- es uno de los elementos que preocupan a los vecinos.
"En Santiago tenemos una población migrante muy importante, principalmente de peruanos, colombianos, haitianos, dominicanos, argentinos y algunos bolivianos. Hay que trabajar con ellos; Santiago es un lugar de encuentro para todos, todos caben", dijo Alessandri a El Diario de Cooperativa.
El actual concejal señaló, sin embargo, que actuamente hay un estado de "hacinamiento que se está produciendo por connacionales (chilenos) que subarriendan sus casas a familias inmigrantes en forma abusiva".
"Sancionamos en el Concejo, pocos meses atrás, una ordenanza –que yo voy a implementar con fuerza- para terminar con estos subarriendos abusivos que producen hacinamiento y, a su vez, muchas externalidades negativas, porque donde antes vivían una o dos familias, hoy día –sin exagerar- viven 12 familias, compuestas, principalmente por grupos de cuatro o cinco personas", explicó.
Contra las "incivilidades"
Alessandri puntualizó que "estas casonas antiguas no estaban hechas para resistir la cantidad de carga eléctrica" que supone acoger a una decena de familias, por ende, "se terminan quemando".
A las vez, "estas familias (de inmigrantes), como viven tan hacinadas, terminan haciendo cualquier celebración o su vida diaria afuera (en la calle), ya sea en la vereda, en el pasaje, y eso genera, también molestias a los vecinos, que no estaban acostumbrados a que les prendieran parrillas, a la música", detalló.
Para el futuro alcalde, dada esta realidad, "hay mucho trabajo de comunidad que hacer ahí; no es fácil, pero hay que partir sancionando a los que arriendan en forma abusiva".
"Ya está la ordenanza y vamos a pelear para que sea ley, y después trabajar con la población migrante: incluirlos en los colegios –lo que ya está pasando-, en los consultorios, y darles espacio, pero también fiscalizar a los que cometen incivilidades", resumió.
"No cabe un edificio más"
Felipe Alessandri también se declaró "muy partidario de limitar la construcción en altura" -señaló que "en Santiago ya no cabe un edificio más"- y abogó por una nueva política de tratamiento de los inmuebles patrimoniales, a fin de evitar incendios de características sospechosas.
"Si tú declaras inmueble de conservación histórica una casa que se está cayendo a pedazos, lo más seguro es que se termine 'quemando' para poder hacer ahí una nueva construcción, entonces vamos viendo de dónde conseguimos recursos –del Gobierno o de privados- para recuperar esas casas y que no terminen quemadas", dijo.
"Del patrimonio nos beneficiamos todos, entonces, la carga de su mantención no puede recaer únicamente en el dueño; especialmente estas casonas antiguas, que son de herederos, de cuarta generación, y muchos ya no tienen los recursos para mantenerlas", concluyó.
