El ministro Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, descartó que finalizado el segundo Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se termine la Nueva Mayoría, pues aseguró que siente que aún existe "voluntad en conjunto" al interior de la coalición, pese a las diferencias que se puedan ver en algunos de sus partidos.
"Siento que todavía hay voluntad en conjunto", dijo Eyzaguirre consultado sobre la continuidad del conglomerado, en entrevista con El Mercurio, apuntando que "nuestra convicción es que este nuevo 'contrato social' y nueva democracia requieren de la prolongación de la centroizquierda".
"El acervo compartido dentro de la Nueva Mayoría es muy grande; no pensaría que aquí se va a producir una división irreconciliable", agregó, afirmando que la unidad a la que se refiere existe "incluso entre la DC y el PC", cuyas diferencias en temas como, por ejemplo, de Cuba con Mariana Aylwin, "la prensa logró instalar muy bien".
Sobre el segundo Gobierno de Bachelet, el secretario de Estado destacó que "los dos elementos más notables" para enmarcar de esta Administración son "la reforma educacional y la mejora de la calidad de la política", aunque también resaltó avances como "la agenda de transparencias, más los cabildos ciudadanos y todo lo que ha llevado a que el país comience a reflexionar sobre su constitución".
Eyzaguirre defendió la reforma educacional, prácticamente una creación suya durante su etapa en la cartera de Educación, y espera que de aquí a 15 años "pase lo mismo que con la apertura al comercio internacional", que se hizo durante la dictadura militar y que "tuvo una resistencia brutal", pero que a fin de cuentas fue "la primera piedra del desarrollo" y sin la que "jamás habríamos llegado a los 23 mil dólares de ingreso per cápita".
Asimismo, criticó que "uno escucha una verdadera majadería –y no sin razón- que las refomas crean incertidumbre y que eso limita la inversión y el crecimiento", respecto a la discusión de la nueva Constitución, sobre la cual dijo que también hay un "injustificado temor, porque lo que fue el resultado de los cabildos no tiene nada de disruptivo", sino que permite que haya "un listado de derechos más abundante".
Finalmente, explicó que, en su "visión como economista", en el fenómeno del bajo crecimiento de la economía del país "hay una causa coyuntural y un problema más estructural", y apunta que ese "problema estructural no tiene nada que ver con las reformas laborales ni con la tributaria: tiene que ver con que necesitamos pasar a una nueva fase exportadora, en que hay que preocuparse de los problemas de competitividad".