El ex candidato presidencial Andrés Velasco aseguró este martes en Cooperativa que su "domicilio político" se mantiene en la centroizquierda y la Nueva Mayoría, aunque admitió incomodidad frente a las posturas que plantean líderes del bloque como Osvaldo Andrade y Jaime Quintana, presidentes del Partido Socialista y el PPD.
Andrade calificó ayer a Velasco como "un detractor de las políticas públicas de Bachelet desde dentro" del sector y afirmó que "valdría la pena hacer un esfuerzo de definición en relación con eso: se está o no se está".
"El ex ministro está en su agenda propia y claramente hace rato que no es de la Nueva Mayoría", dijo, en tanto, Jaime Quintana, mientras el timonel DC, Ignacio Walker, acusó al ex titular de Hacienda de jugar a "administrar la ambigüedad" manteniendo "un pie adentro y un pie afuera".
"Andrés Velasco tiene que definir cuál es su domicilio político. Él fue con nosotros a una primaria el 30 de junio del año pasado, que fue abierta y vinculante. Por tanto, debiéramos estar en el mismo barco, el barco del Gobierno de la Presidenta Bachelet, de la Nueva Mayoría", señaló en la víspera Walker tras participar en el comité político en La Moneda.
El aludido respondió esta mañana a través de los micrófonos de Cooperativa: "Yo tengo el mismo domicilio político que he tenido durante los últimos 25 ó 30 años. Me siento parte de la centroizquierda, me siento parte de la tradición de la Concertación y de la Nueva Mayoría. Lo que pasa es que no es nada de fácil sentirse cómodo cuando cada vez que uno expresa una diferencia o un matiz, algunos a uno lo atacan, lo descalifican, lo intentan acallar", señaló Velasco al participar en El Primer Café.
"Yo quiero cambios para Chile, yo no tengo ninguna duda de que habría que subir los impuestos para financiar más servicios públicos, no tengo ninguna duda de que habría que hacer modificaciones en educación, pero hay maneras y maneras de hacerlo", agregó el economista, que recordó la publicación del fin de semana del diario La Tercera en la que se informó que los timoneles de la Nueva Mayoría pidieron a La Moneda "dar señales de distancia con el líder de Fuerza Pública y 'revisar' la presencia de sus cercanos en cargos de Gobierno".
El ex candidato presidencial había sido emplazado por los timoneles a definir su "domicilio político". (Foto: UPI)
"Si lo que está informando la prensa es cierto, es altamente preocupante y es una muy mala práctica, porque en una coalición amplia, en que naturalmente va a haber diversidad de posturas, si a alguien se le persigue por sus posturas y por sus ideas, estamos mal. Eso niega la esencia de una centroizquierda amplia y moderna", expresó el ex ministro.
"A mí me habría gustado que Jaime Quintana y Osvaldo Andrade se hubieran puesto de acuerdo al menos en su versión de los hechos, porque ayer salió Andrade diciendo: 'Jamás hemos hablado de esto', y salió Quintana diciendo: 'Sí hemos hablado de esto'; eso no lo entiende nadie", indicó a este respecto.
La "ortodoxia" oficialista
El ex presidente de la DC Gutenberg Martínez coincidió con Andrés Velasco y señaló en el panel de El Primer Café que "es parte de la realidad de lo que se ha dado en la Nueva Mayoría en el último tiempo que ha habido un intento de que algunos se sientan poseedores de una suerte de ortodoxia; de ser poseedores de la ortodoxia y, por lo tanto, el que opina fuera de esa supuesta ortodoxia es censurable".
"Yo lo he sentido (...) y he sentido que, en la práctica política, algo raro pasa en relación a la DC y a los democratacristianos por pensar como pensamos y por ser como somos. Lo digo con entera franqueza", señaló Martínez.
El líder de Fuerza Pública tomó dicho concepto para acotar que "cuando Gutenberg Martínez, Ignacio Walker, Mariana Aylwin, Sebastián Iglesias o yo; quienes hemos planteado dudas, desacuerdos, matices, decimos algo que no está de acuerdo con la ortodoxia, se nos amenaza con la aplanadora".
"Por algo personas como Osvaldo Andrade y Jaime Quintana están en la lista de personajes políticos de la (encuesta) CEP al fondo, en la cola de la tabla de posiciones, por descalificar a alguien que no piensa como uno; en el caso de Quintana echar mano de las metáforas de la maquinaria pesada, las aplanadoras, las retroexvacadoras, etcétera", y en el caso del líder PS por estar "en la política de decir: 'Usted está de acuerdo conmigo en todo o se va'".
"Los cambios –estos cambios tan importantes, que tocan la vida cotidiana de la gente, como la educación- no pueden sino hacerse conversando con acuerdos y permitiendo diferencia de opinión", sentenció el ex ministro.
