El UDI Jovino Novoa, los DC Eduardo Frei y Mariano Ruiz-Esquide y el RN Carlos Larraín son algunos de los altos dirigentes políticos que no estarán en el Congreso a partir de marzo del próximo año, tras decidir no revalidar sus escaños en las urnas el próximo 17 de noviembre.
La salida de estos "históricos" se suma al abandono que hicieron del Senado durante el actual periodo parlamentario los gremialistas Andrés Chadwick, Pablo Longueira y Evelyn Matthei, además del RN Andrés Allamand, quienes salieron del Congreso para asumir como ministros del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
Jovino Novoa, parte del grupo de los llamados "coroneles" de la UDI, fue presidente de ese partido entre 2004 y 2006, y en marzo completará 16 años en el Senado, "un periodo más que suficiente", dice.
"Creo que es fundamental que en política vayan emergiendo figuras nuevas. Si nosotros no creemos en la capacidad de reemplazo estaríamos condenados políticamente a desaparecer", indica.
"Como en todas las cosas de la vida, se pierde cuando alguien se va, pero se gana con la gente nueva que entra", indica.
El senador DC Mariano Ruiz-Esquide tiene 83 años. En 1965 fue elegido diputado por la Provincia de Concepción y reelegido en el 69 y el 73. Es senador desde 1990, con el retorno a la democracia.
"En la política quien decide es el pueblo. Si yo hubiera ido ahora habría tenido una votación también bastante grande. Sin embargo, estimé que ya era bueno dejarlo", explica.
El legislador falangista considera, no obstante, que "se ha hecho un abuso de esa suerte de derecho de cualquier persona a decir: 'Que los viejos se vayan'".
"Cómo va a ser ese Senado (2014) no lo puedo contestar, porque no sé quiénes van a entrar. No es lo mismo que entre A, B o C. Espero que sea mejor que nosotros", agrega, destacando que "al menos va a haber cinco o siete senadores que no vamos a estar, y eso significa una enorme renovación".
Renovación posible, pero no obvia
El analista político de la Universidad Católica Patricio Gajardo considera que esta salida de senadores históricos obedece a "un tema de cambio generacional".
"Eso no significa necesariamente que la gente que llegue o que los reemplace tenga comportamientos particularmente distintos a esos 'históricos'. A lo mejor les faltará la expertise que tienen ellos", pero "un porcentaje mayoritario del Parlamento se está reeligiendo, así que tampoco vamos a ver que se vaya a producir una transformación de la composición parlamentaria", considera.