Mireya Baltra, quien fue ministra del Trabajo durante el gobierno de Salvador Allende, falleció este domingo a los 90 años, según informó su hija Romanina Morales Baltra en su cuenta de Twitter, donde la memoró como "mujer de luchas incansables".
El Partido Comunista también comunicó el deceso de la dirigenta social, ex diputada, socióloga y reportera: "Entregamos nuestras condolencias y afectos a su familia como Partido Comunista de Chile".
El Presidente Gabriel Boric se sumó a las condolencias manifestando en su cuenta de Twitter "mi respeto y reconocimiento a Mireya Baltra (...). Agradezco su valiente ejemplo, fuerza y lucha que seguirán siempre presentes".
BIOGRAFÍA
Mireya Baltra nació en Santiago el 25 de febrero de 1932 en una familia que fueron suplementeros de diarios y revistas en pleno centro de Santiago. Su padre, José Baltra Baltra, fue miembro del Partido Radical.
Mireya estudió en el Liceo Manuel de Salas y el Liceo N° 5 de Niñas de Santiago, fue reportera de la Revista Vea entre 1948 y 1950 y luego se desarrolló como columnista del diario El Siglo, entre 1950 y 1953.
Desde su jueventud se integró al Partido Comunista e ingresó al Sindicato de Suplementeros hasta llegar a ser dirigenta de la Central Única de Trabajadores (CUT).
En 1969 fue electa diputada por la Séptima Agrupación Departamental de Santiago. En ese periodo, que terminaba en 1973, integró la Comisión de Vivienda, de Hacienda, de Educación Pública, de Trabajo y de Gobierno Interior. En este periodo trabajó para la aprobación de la Ley de Previsión Social y en las mociones que otorgaron calidad jurídica de obreros a las empleadas domésticas.
En el Gobierno del Presidente Salvador Allende fue ministra del Trabajo y Previsión Social en 1972.
En 1973 fue reelecta diputada por el periodo 1973-1977, sin embargo, la dictadura acabó con el Congreso elegido democráticamente.
Después del golpe militar, se asiló en la embajada de Holanda, durante nueve meses, junto a los parlamentarios de entonces Gladys Marín, Orlando Millas y Julieta Campusano. En julio de 1974 partió al exilio a Holanda durante un año, tras lo cual partió a Checoslovaquia donde permaneció entre 1975 y 1984, donde trabajó en la Federación Sindical Mundial.
Entre 1984 y 1987, Baltra vivió en Cuba donde trabajó en la Federación de Mujeres Cubanas y en 1987 finalmente regresó a Chile clandestinamente.
Con el regreso de la democracia al país, la ex ministra intentó un cupo en el Congreso en las elecciones de diputados de 1993 y la de senadores de 1997, sin embargo, en ambas perdió.
El 30 de octubre de 2008 fue premiada por el Servicio Nacional del Adulto Mayor por su "Trayectoria a la Mujer Mayor" y el 11 de mayo de 2015, en una ceremonia donde partició la Presidenta Michelle Bachelet, recibió el "Premio Manuel Bustos Huerta".