Los bullados dichos del senador comunista Daniel Núñez, quien llamó al Gobierno a "convocar una presión ciudadana para sacar adelante las reformas", siguen generando reacciones en el mundo político: mientras en la oposición se han realizado fuertes críticas, en el oficialismo acusan una sobrerreacción.
Uno de los que salió a cuestionar a la oposición fue el senador frenteamplista Juan Ignacio Latorre, quien acusó que desde ese sector buscan desviar la atención del caso Hermosilla, que tiene implicancias con varios referentes de la derecha.
"El progresismo y las fuerzas oficialistas debemos buscar apoyo transversal en la sociedad, disputar el sentido común y la adhesión a nuestras propuestas y a nuestras reformas. Eso no implica generar un debate político en la sociedad, una disputa de ideas en la sociedad, y al mismo tiempo tener vocación de construir acuerdos de mayorías para darle legitimidad y sostenibilidad a los cambios de las reformas que estamos llevando adelante", analizó el parlamentario.
Asimismo, acusó que es una "polémica bastante artificial, una sobrerreacción de la derecha por las declaraciones de Daniel Núñez, en términos de desviar el foco de atención del caso Hermosilla y las implicancias con varios referentes de la derecha".
Por su parte, la secretaria general del Partido Comunista, Bárbara Figueroa, señaló en una entrevista en El Mercurio que no comparte que sea el Gobierno "quien deba llamar a convocar a actores sociales", pero que se hizo un juicio a algo que históricamente ha promovido el partido.
SOCIALISMO DEMOCRÁTICO TOMA DISTANCIA
Desde el Socialismo Democrático, la presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, tomó distancia de la polémica y afirmó que "cada partido se hace cargo de lo que le corresponde".
"Nosotros, como Partido Socialista, estamos en la calle, pero estamos trabajando, estamos hablando con la ciudadanía y estamos buscando soluciones desde los lugares que corresponde, desde las alcaldías, desde los concejales", destacó la timonel socialista.
Debido a esto, dio cuenta que en su partido "desde la institucionalidad, estamos abiertos siempre a escuchar a la ciudadanía, a llevar y representar los intereses de ellos en los distintos espacios, lo mismo que en el Congreso. Por lo tanto, la posición política nuestra es esa".
Por su parte, el presidente de la Democracia Cristiana (DC), Alberto Unduraga, comentó que una estrategia para generar polarización "es un camino equivocado"y que los Gobiernos están para "construir acuerdos y no para arrinconar a los que piensan distinto".
Desde la oposición, el diputado Diego Schalper (RN) emplazó al Presidente Gabriel Boric para sacar al PC del Gobierno, mientras que su compañera de militancia, la parlamentaria Ximena Ossandón declaró que el PC "no cree en la democracia como un fin, sino cree en la democracia como un medio. Entonces, si no tienen la mayoría en las urnas, la buscan siempre en las calles".
En ese sentido, la diputada Ossandón aclaró que no le preocupa lo que haga el Partido Comunista, pero espera que "partidos como el PPD, PS o el Radical, ya tengan a esta altura esto claro y se estén dando cuenta con quién está haciendo alianzas. Lo que me preocupa es que esos partidos, sabiendo cómo son los comunistas, insistan en tener alianzas con ellos".
