El presidente del Senado, Patricio Walker (DC), participó del Seminario Internacional Osvaldo Payá donde invitó a quienes critican a la política a ingresar a ella: "Si no están dispuestos a ser protagonistas de los cambios, que no critiquen".
Durante el seminario, en que se abordó el tema de la política en tiempos de indignación, Walker indicó que "si no les gusta cómo está la política, ingresen a la política para hacer los cambios. Si no están dispuestos a ser protagonistas de los cambios, que no critiquen".
"En ese sentido, la invitación es que participen, ojalá que reemplacen a los que ellos quieran reemplazar, pero no desde la vereda de enfrente, porque eso es muy fácil y cuando no hay política, rige la ley del más fuerte y en ese sentido las instituciones son importantes, afirmó.
En la misma línea, Rodrigo Márquez, coordinador del Informe sobre Desarrollo Humano, señaló que "esta crítica a la política, esta distancia hacia los políticos viene desde hace mucho tiempo incubándose en nuestra sociedad y eso es muy importante tenerlo en cuenta para no pensar que estamos frente a un fenómeno coyuntural".
"Este fenómeno como sociedad en la cual estamos donde los ciudadanos están más empoderados y quieren participar de muchas discusiones públicas, no va a ser algo de lo cual podamos evadir mañana, es algo de largo plazo que se va a quedar con nosotros como un rasgo distintivo de nuestra ciudad que, desde nuestra perspectiva, es un rasgo muy positivo", afirmó.
Por su parte, Gutenberg Martínez, líder de la DC y rector de la Universidad Miguel de Cervantes, sostuvo que "esta incertidumbre y esta perplejidad nos hace demandarle a la política la solución de aquello cuando la solución es la de una política global, de una política en la cual todos participen, en la cual los ciudadanos no tengan una relación clientelar".
Sobre esto también habló el filósofo y ensayista español Daniel Innerarity quien afirmó que "ne parece que estamos en un sistema político en el que los ciudadanos y las ciudadanas nos entendemos a nosotros fundamentalmente como observadores, estamos observado un espectáculo que no va mucho con nosotros. Eso va siendo lo que en el libro llamo una democracia ocular, una democracia con el sentido de la vista como el gran sentido".
"Mi sugerencia sería que miremos menos y que hablemos más i intervengamos más, y tengamos una mejor opinión, una mejor formación de lo que la política va a decir, las posibilidades de lo que la política pueda proporcionar", concluyó.
