Luego de la derrota parlamentaria y presidencial, el Partido por la Democracia (PPD) realiza este sábado su XLVIII Consejo Nacional Extraordinario, con el objetivo de profundizar el análisis de lo acontecido en las elecciones, definir lo que será la próxima elección de directiva y proyectar el futuro de la tienda.
En la cita que se desarrolla a partir de las 09:30 horas en el Hotel Mercure, ubicado en la Alameda de Santiago, hay un pensamiento compartido: existe una crisis dentro de la izquierda, reflejado en el triunfo de Sebastián Piñera en el balotaje.
A este análisis se suma la reflexión hecha por uno de los fundadores del PPD, el ex Presidente Ricardo Lagos, quien en entrevista con el diario El Mercurio apuntó sus dardos a la falta de unidad.
El diputado Marco Antonio Núñez, vicepresidente del PPD, acusó recibo del mensaje del ex Mandatario y planteó que "tenemos que reconstruir la unidad, él lo ha dicho en este artículo, tenemos que ser capaces que el Gobierno de derecha dure sólo cuatro años y sea un paréntesis", luego que Lagos advirtiera que con la división de la centroizquierda, el cambio podría prolongarse más de lo que se espera.
Según Nuñez, la idea es, "con nuevas ideas y nuevos rostros, poder reconquistar la confianza de los chilenos en cuatro años más, en la elección presidencial (de 2021) que no puede ser nuevamente ganada por la derecha, porque eso significaría, ya más que una victoria electoral, incluso un cambio cultural en nuestro país".
Las autocríticas de la directiva
Luego de la derrota del ex candidato presidencial Alejandro Guillier, los actuales integrantes de la Mesa Directiva del PPD pusieron sus cargos a disposición, uno de los temas que serán tratados en el consejo.
El presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, abordó cuatro autocríticas de la colectividad: "La primera es no haber tenido un candidato propio en la primaria, y por lo tanto, que (Ricardo) Lagos entrara en la primaria, creo que allí nos faltó unidad y capacidad de instalar el candidato", reconoció.
"Segundo, que en el debate que hubo con el Gobierno, su politización de las reformas, creo que nosotros jugamos un rol más de lealtad y menos de apurar o colocar la critica que correspondía", criticó el timonel.
La tercera autocrítica de Navarrete es "que cuando hubo casos de corrupción o de problemas éticos, no actuamos interna ni comunicacionalmente con al suficiente fuerza", y el cuarto, "que cuando la candidatura de Guillier se despolitizó y sacó a los partidos, nosotros debiéramos haber sido un poco más firmes".
