Claudio Fuentes aseveró en Cooperativa que "la elección depende de la capacidad de las candidaturas de llegar a los segmentos específicos".
Por ser una estrecha segunda vuelta, el cientista político anticipa que la participación posiblemente se acercará a "lo que fue el Plebiscito".
El cientista político Claudio Fuentes estimó que Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) necesita del voto joven y femenino para triunfar en segunda vuelta, mientras que José Antonio Kast (Frente Social Cristiano) requiere que los adultos mayores acudan nuevamente a las urnas el 19 de noviembre.
"La elección depende de la capacidad de las candidaturas de llegar a los segmentos específicos", aseguró en Lo que Queda del Día, planteando que "en el caso de Boric, tiene que sacar a votar a los jóvenes, que cuesta sacarlos a votar, y por lo tanto es clave para él movilizar a más, sobre todo a aquellos que no votaron -unos 2 millones, aproximadamente. Ahí radica su ventaja", así como en las mujeres, que demuestran un "favoritismo" por él.
En el caso de Kast, "hay que sacar a los adultos mayores, la gente mayor de 60 o 50 años. Creo que es bien importante para él sacarlas a votar de nuevo, como sucedió en la primera vuelta".
En cuanto a sus predicciones, consideró "muy probable que la gente de Chile Vamos se vaya con Kast, y la gente de centroizquierda se vaya con Boric, y eso te lleva a una elección muy competitiva, donde efectivamente el votante de Parisi va a hacer un efecto muy relevante", a pesar de que "los estudios muestran que ese voto también se dispersa: no es todo hacia Kast o todo hacia Boric, y por lo tanto, creo que puede ser muy significativo a la hora de la elección".
Por otra parte, el analista anticipó que "cuando la elección es muy estrecha, en general la gente tiende a concurrir más a las urnas: cuando ganó Lagos por ejemplo, y en el caso de Piñera-Guillier también aumentó la participación electoral".
"Ahora están muy estrechos los datos, por lo tanto, es muy probable que aumente un poco la participación (...) pero tampoco va a ser descollante. Creo que ya estamos con la otra mitad que estructuralmente no vota, y por lo tanto, debería acercarse al 50, quizás cerca de lo que fue el Plebiscito -un 51 por ciento-, pero no creo que mucho más", estimó.
