El candidato presidencial de RD y Convergencia Social, Gabriel Boric, estimó que es más complejo lograr derrotar a la derecha en noviembre con un liderazgo como el de Daniel Jadue, quien podría ser proclamado por el Partido Comunista la próxima semana.
El frenteamplista reconoció en T13 que "tenemos elementos en común que son importantes" con el alcalde de Recoleta, tal como "la voluntad de encarar las transformaciones que está pidiendo el pueblo de Chile sin un gatopardismo, de cambiar algo y que todo siga igual", lo que a su juicio "nos diferencia en particular de lo que fueron los gobiernos de la Concertación en su momento".
"Dicho esto, también tenemos diferencias; yo creo que hoy día la posibilidad de ganarle a la derecha es más lejana con lo que representa Daniel, en donde creo que hay mucha gente que no se siente convocada por un estilo de liderazgo, que si bien yo lo respeto mucho y creo que ha sido un aporte, creo que genera distancia en ciertos sectores de la sociedad", planteó.
Sobre sus discrepancias con Jadue, el diputado apuntó, por ejemplo, "a lo que fue en su momento el acuerdo constitucional; tenemos diferencias respecto a la situación de los Derechos Humanos en otros países (aludiendo a las condiciones de Venezuela); hemos tenido diferencias quizás en evaluaciones de la historia de Chile, pero yo creo que tenemos más temas en común que nos unen, que los que nos separan".
ELECCIÓN DE MAYO "REBARAJARÁ LAS CARTAS"
Respecto a las conversaciones por hacer una primaria legal con toda la oposición, Boric reafirmó que "en función de ideas y programas compartidos estamos disponibles, pero sabemos que es muy complicado, porque hay muchos cálculos que se hacen respecto de gente que no quiere perder, y ahí yo creo que tiene que primar cuáles son las ideas que tenemos en común".
"Todo esto finalmente va a estar muy determinado por los resultados de la elección de constituyentes y de alcaldes y concejales, porque ahí se van a rebarajar cartas, se va a ver cuál es la correlación de fuerzas real y cuánto pesa cada uno, para poder tomar una definición más clara", proyectó.
Finalmente, Boric indicó que "estamos viendo cuál es la mejor alternativa" junto con el abanderado del Movimiento Unir, Marcelo Díaz, para definir quién entre los dos representará al Frente Amplio en la eventual papeleta.
"Hemos bregado por una primaria que aúne más fuerzas más allá del Frente Amplio, por lo tanto, con Marcelo lo hemos conversado harto también y de seguro vamos a llegar a una buena resolución que respete ambas candidaturas, pero que también entienda que tenemos que avanzar más allá" de la coalición, apuntó.
Pero el camino del diputado CS a La Moneda se mantiene cuesta arriba: según el medio Ex-Ante, el Servicio Electoral permitió a su partido usar la Clave Única para juntar las firmas que necesita, que son más de 30 mil; sin embargo, con esa operación no solo se ratifica una adhesión al candidato, sino que los votantes quedan inscritos en la tienda.
El abanderado salió a aclarar en Twitter que esto es lo que el Servel exige, aunque en el caso de quienes quieren apoyarlo, mas no militar en su colectividad, precisó que después habrá un periodo para renunciar a ella, trámite que puede hacerse desde casa a través de ChileAtiende.
ANALISTA PERCIBE UNA "CENTROIZQUIERDA ACÉFALA"
Sobre el complejo panorama electoral, en particular dentro del sector de Boric, el cientista político Mauricio Morales sostuvo a Cooperativa que "las explicaciones políticas dicen relación con la ausencia de liderazgos nacionales, naturalmente".
"Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y Piñera; cada uno en su momento se alzó como figura indiscutida dentro de sus respectivas coaliciones, y esa ausencia de liderazgo nacional es lo que lleva a que cualquier otro candidato, cualquier otra figura se sienta en condiciones de competir, y también tenga la expectativa de ganar, especialmente en la centroizquierda, que hoy día está absolutamente acéfala", criticó.
En tanto, el académico de la Universidad de Talca señala que las explicaciones ideológicas de este fenómeno tienen que ver con "un incremento en los niveles de polarización y odiosidad en la clase política, mas no necesariamente en la ciudadanía, y que como nunca antes en la historia reciente de Chile, hay figuras reconocidas en los extremos del espectro ideológico (Kast y Jadue)".
A esto se suma, según Morales, "un ambiente proclive a respaldar figuras populistas en condiciones ideales para la emergencia de este tipo de liderazgos -crisis de representación, crisis económica, crisis sanitaria-, que más que tensionar en el eje izquierda-derecha, lo que hacen es polarizar en el eje poderosos versus pueblo, y Pamela Jiles es un claro ejemplo de aquello".
