El ahora ex ministro de Obras Públicas irrumpió hace dos años en la política.
Su figura empezó a crecer tras el rescate de los mineros en la Tercera Región.
Laurence Golborne fue uno de los ministros sorpresa de Sebastián Piñera. Absolutamente desconocido en el mundo político, llegó al Gobierno como titular de Minería tras haber hecho carrera como gerente, principalmente como mano derecha de Horst Paulmann en Cencosud, dueña de Jumbo, Easy y Paris.
Su trabajo era relativamente invisible en el Ejecutivo, salvo por un incidente en el que se rió en la cara del senador Ricardo Lagos Weber mientras éste daba una conferencia de prensa. Pero entonces apareció el accidente minero en el yacimiento San José, en el que 33 mineros quedaron atrapados 700 metros bajo tierra. Y a Golborne le tocó encabezar su rescate.
El inicio de este proceso fue fallido, pues deslizó que era casi seguro que todos los atrapados estuvieran muertos. Sin embargo, eso se olvidó cuando se pudo tener contacto con los trabajadores y se desarrolló el rescate que los sacó a todos vivos ante las cámaras de todo el mundo. Fue el momento de su despegue.
Para favorecer su exposición pública, el Presidente Piñera lo puso a la cabeza del MOP, cargo en el cual ha tenido una nutrida agenda mediática que la oposición ha criticado insistentemente. También recibió cuestionamientos por su protagonismo en las elecciones municipales, lo que marcó una evidente diferencia con su rival en la Alianza por la candidatura presidencial, Andrés Allamand, que cultivó un perfil bajo.
