Tras sumarse a la carrera presidencial este miércoles, Paula Narváez (PS), quien entró a la arena política como vocera del segundo gobierno de Michelle Bachelet, descartó ser "la heredera natural" de la ex Mandataria.
Cabe recordar que la ex Presidenta fue una de las 864 socialistas que firmaron una misiva de respaldo a una precandidatura de Narváez, carta que finalmente llevó a la ex ministra comunicar a ONU Mujeres su renuncia al cargo de asesora especialista a fin de año, que entró en vigencia el pasado lunes.
Según planteó a La Tercera, ese documento la hizo emprender una "reflexión personal", respecto a que "si uno ha dedicado una vida al servicio público, al compromiso por su país, no es posible restarse de esto. Lo siento verdaderamente como un deber y eso es un aspecto que tiene que ver con esta decisión".
Pero de todos modos tildó de "arrogante" llamarse a sí misma sucesora del ideario de Bachelet, aunque "me considero, por supuesto, muy identificada con lo que fue el gobierno de la Presidenta Bachelet".
"Lo que considero que es importante, más que ser una replicadora de otros proyectos, es que necesitamos un proyecto de futuro para Chile, un proyecto que se hace cargo de este nuevo Chile. No vengo a revivir proyectos, quiero construir a partir de este Chile nuevo que emerge", puntualizó.
En esa línea, Narváez asegura que "la pandemia les dio la razón a todas las demandas del estallido social, porque quedó desnudo porque, finalmente, la crisis de las instituciones es una crisis de desprotección de las personas".
"Es un nuevo Chile que emerge y hay que darle un sello de distinción, de presente y de futuro, con los aprendizajes del pasado, para no cometer los mismos errores, por supuesto, mirando bien de cara lo que pasó, lo bueno y lo malo de lo que ocurrió en el pasado, con sensatez, con una mirada amplia, con una mirada de prospectiva de país para entregarle gobernabilidad a Chile", propuso.
LAS CHANCES DE LA CENTROIZQUIERDA
A pesar de varios desacuerdos que persisten en la oposición con miras a los próximos comicios, la ex ministra manifestó su esperanza en que alguien del sector sea el próximo en el sillón presidencial, argumentando que durante la pandemia, los países que respondieron mejor "son aquellos Estados que están anclados a los principios de la socialdemocracia".
"Le hacemos bien a Chile y el hacer bien a Chile por supuesto tiene que ver con revisar aquellas cosas que no se han hecho. Yo no digo que todo sea perfecto, por supuesto, pero sí creo que hay una historia que nos da también la razón para decir por qué la izquierda es una alternativa real de gobierno y de gobernabilidad muy importante para el país", remarcó.
Respecto a resolver las diferencias que han impedido un pacto transversal de la centroizquierda, Narváez estimó que "la unidad tiene que ver con un proyecto político", y apuesta por que "ese propósito común se pueda dar luego en la Convención Constitucional y que podamos entonces, si no tuvimos una unidad electoral, tener una unidad de propósito, una unidad de temas, una unidad de sentido que en este momento son necesarios para Chile".
"Debemos abrazar todas nuestras diferencias, porque al final tenemos muchas cosas en común, y hacer una gran primaria, donde de esa primaria abierta, democrática, surja la candidata o el candidato que represente al sector, por supuesto", enfatizó.
Sobre su chance personal de llegar a La Moneda, particularmente al mantener más bien un bajo perfil desde marzo del 2018, Narváez sostuvo que "algunos dicen que recordarla a una es más fácil que conocerla del todo, ¿no? Así que espero que el poder recordarme sea una variable que contribuya a que la gente me pueda identificar".