El presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, vinculó este martes en Cooperativa las renuncias de los diputados Joaquín Godoy, Pedro Browne y Karla Rubilar al partido con un supuesto "plan" preacordado con la Concertación para lograr cambios a la Constitución.
"Yo tengo un secreto temor: que aquí hay un plan preconvenido con la Concertación para 'valorar las fichas' facilitando las reformas constitucionales, empezando –por supuesto- por un sistema electoral proporcional, (pero) no como el que habíamos combinado con la Democracia Cristiana, que era una modificación sensata", dijo Larraín.
El mentado plan incluiría "un sistema electoral ultraproporcional que yo creo que va a ser malísimo para el país. Ése es mi secreto temor", señaló el senador designado.
"Acá hay un diseño muy grande que le va a ayudar mucho a la Concertación a evitar la famosa asamblea constituyente, que ya era objeto de tremenda discusión nacional y podría haber enfrascado al Gobierno de Michelle Bachelet en un pleito de nunca acabar". En tal medida, "mi temor es que estas renuncias le faciliten la labor a la Concertación precisamente ahí donde es más importante ofrecer una oposición inteligente: defender la Constitución", señaló el timonel.
Larraín dijo lamentar "que se hayan ido", aunque aseguró no estar "peleado con ellos en lo personal (...) Es un problema de fondo: cómo manejamos la vida política, con partidos políticos o así, armando grupitos de amigos de la alta burguesía, que van a universidades privadas, que tienen un lenguaje críptico que se entienden (entre ellos). Los partidos son abanicos muy amplios, donde hay toda clase de visiones, y ése es el partido político que a mí me gusta", expresó.
Los militantes de RN "se sienten muy frustrados", ya que se esforzaron por lograr el triunfo de personas que tienen "otras identidades políticas. Eso nos tiene bastante tostados", señaló, indicando también que entre los dirigentes "puede que se vaya alguno más. No lo sé...".
Consejo del fin de semana "no será una taza de leche"
El timonel desdramatizó la frustrada cena que iba a compartir la jornada pasada con los ministros que militan en su partido y descartó que haya enemistad con los involucrados.
"Los ministros tuvieron un problema grave por la crisis portuaria y fueron citados a una especie de reunión de emergencia (...) Bruno Baranda había participado (como subsecretario de Trabajo) en una huelga similar hace 12 meses, tenía experiencia, conocía los personajes, entonces, debieron ser excusados. Yo lo entiendo muy bien", señaló.
"Esto era una idea que tuvieron Cecilia Pérez y Bruno Baranda precisamente para conversar con más tranquilidad y calma. Eso era todo. Cecilia y Bruno fueron secretarios generales de la directiva que yo presido. O sea, tenemos vieja amistad con ellos, si no estamos para nada peleados", dijo el senador, acotando que habrá más oportunidades para conversar y ya en la tienda preparan el consejo directivo del día sábado.
"No va a ser una taza de leche", pero "la vida política no sólo depende de grandes declaraciones", comentó.
