Guillermo Miranda, jefe de protocolo del Senado, denunció al ex fiscal y actual secretario de la Cámara Alta, Raúl Guzmán, por "violencia física, sicológica y persecución laboral".
Según publica La Segunda, Miranda realizó la denuncia a través de una carta enviada al presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), en la que indicó que le informaron que si no aceptaba una baja de categoría no sería renovada su posición a contrata.
Además, el funcionario relató que en la ceremonia de cambio de mando de marzo, Guzmán lo increpó "y me golpeó reiteradas veces con su dedo índice en mi pecho, haciéndome presente que he tratado muy mal a su gente y que por mi culpa había renunciado el señor Sebastián Rivas, persona que trabajaba directamente con el secretario del Senado. Siendo esto un hecho de violencia del que fue testigo el senador (Kenneth) Pugh, en el Salón de Honor mientras trataba de ubicar a la delegación de Canadá".
La situación fue tratada este lunes por la Comisión de Régimen Interno, oportunidad en que la senadora Carmen Gloria Aravena se ofreció a consultarle a Pugh -de viaje fuera del país- sobre el incidente.
Sin embargo, en la publicación indicaron que el senador aseguró no tener conocimiento sobre los hechos relatados por Miranda.
Mientras tanto, desde el Senado aseguran que la denuncia surgió luego de que Miranda fuera notificado sobre un sumario por no haber denunciado oportunamente un caso de violencia intrafamiliar que sufría una funcionaria por parte de su pareja, Erwin Valencia, presidente de la Asociación de Funcionarios del Senado (Afusen).
Junto a esto, también se han deslizado críticas al rol de Miranda como jefe de protocolo cuando se negó a corregir la distribución de ubicaciones en el cambio de mando, cuando se le pidió no dejar sentados juntos a las representantes de las Abuelas de Plaza de Mayo con los comandantes de las Fuerzas Armadas, o de no dejar cerca a Gustavo Gatica con el director general de Carabineros.