La Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) defendió la medición cuestionada por parlamentarios de la Alianza como un instrumento electoral al remarcar su papel "fundamental" para elaborar políticas regionales.
Ignacia Fernández, jefa de División de Política y Estudios de la Subdere, señaló que "no hay ninguna pregunta sobre política electoral y sobre política contingente", aunque "preguntamos efectivamente sobre autodefiniciones políticas, áreas de políticas con las cuales se identifican más, así como preguntamos también por autodefiniciones en términos valóricos, culturales".
Estas preguntas, de acuerdo a Fernández, apuntan a "tener un pulso más claro respecto de las políticas que vengan" en regiones. Entre ellas, se pide a los encuestados ubicarse dentro de una escala entre uno (que representa a la izquierda) y nueve (que corresponde a la derecha).
Según la funcionaria, la medición "coincidió lamentablemente que era un año electoral, pero aquí lo que hay es un trabajo anterior en esta área, que es un trabajo nuevo en la subsecretaría, y que hasta ahora siempre había sido más bien cualitativo y parcial".
La encuesta es "fundamental para cerrar este ciclo de diagnóstico de las capacidades en términos de masa crítica o de recursos humanos en regiones para avanzar en la formulación de propuestas", añadió en conversación con Una Nueva Mañana.
La derecha amenazó con ir a Contraloría por el Barómetro Regional, que estiman costó 180 millones de pesos al Ejecutivo, y que busca entrevistar cara a cara a 16.800 personas para medir sus preferencias.