El parlamentario (ex UDI) cumplirá la medida cautelar en el anexo Capitán Yáber, procesado por cohecho, fraude al fisco y delitos tributarios.
"Es un hombre bueno que cometió errores", dijo entre lágrimas su esposa.
Orpis llegó al Centro de Justicia acompañado por su señora, Ana Luisa Jouanne, y por su abogado, Carlos Cortés.
A 13 meses de que se conocieran los primeros antecedentes sobre los aportes económicos ilegales que recibió de parte de la empresa Corpesca en medio de su labor parlamentaria, este jueves ingresó a la cárcel el senador Jaime Orpis, recientemente renunciado a la UDI.
Orpis llegó pasadas las 15:30 horas hasta el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, en el Centro de Justicia, acompañado por su esposa, Ana Luisa Jouanne, y por su abogado, Carlos Cortés, para ponerse a disposición de Gendarmería y comenzar a cumplir la medida cautelar de prisión preventiva decretada más temprano por la Novena Sala de la Corte de Apelaciones.
"El senador Orpis se presentó al Tribunal y estamos asumiendo los costos que tiene la resolución judicial. Claramente nosotros no la compartimos, pero -como lo hemos hecho siempre, durante todo este proceso- la respetamos, y esperamos que sea modificada a la brevedad y se le dé una medida menos gravosa", dijo Cortés.
El jurista agregó que, a solicitud del propio Orpis, desistió de efectuar cualquier petición sobre el lugar donde se cumpliría la prisión preventiva, sometiéndose al "conducto regular que tiene Gendarmería".
El desaforado legislador fue trasladado luego al anexo penitenciario Capitán Yáber, al que se puede acceder por un pasillo interno desde el mismo Centro de Justicia. En ese lugar estuvieron el año pasado en prisión preventiva, por un mes y medio, los empresarios Carlos Délano y Carlos Lavín, luego de ser formalizados por el caso Penta.
"Preso, pero libre"
Tras despedirse de su esposo, Ana Luisa Jouanne conversó por algunos momentos con la prensa, ante quienes -en medio de lágrimas- defendió su inocencia: "Yo pido que ojalá esto sirva para aclarar y sincerar esta situación, y si no, que a todos se les juzgue con la misma vara. Para llegar a la prisión preventiva la Fiscalía, el Consejo (de Defensa del Estado) y el resto de los querellantes han hecho una caricatura de Jaime, nada más distinto que el hombre que ha servido a Chile estos 30 años", dijo.
"Él se equivocó y lo reconoció, lo reparó y está disponible para enfrentar las responsabilidades que esto significa, pero muy distinto es la imagen que se ha dado todos estos días de él (...) Jaime no es un peligro para la sociedad, es esencialmente un hombre bueno que cometió errores", argumentó la mujer.
Jouanne acotó que, "si bien hay una parte que él (Orpis) ha reconocido, hasta el último día va a defender que jamás se ha enriquecido con platas que no son de él, por mucho que la Fiscalía trate de mostrar, majaderamente, cosas distintas. (...) Él nunca ha votado en contra de su conciencia, nadie lo ha comprado y él jamás ha permitido vender su libertad", señaló.
"Es un hombre libre; estará preso, pero es un hombre libre, porque jamás –ni antes, ni ahora ni después- nadie le va a quitar la libertad, aunque se esmeren en demostrar lo contrario (...) A quienes lo han metido preso, quiero decirles que esto no puede ser un triunfo. Nadie que mete preso a un hombre bueno, bajo el pretexto de que es un peligro para la sociedad, puede sentirse, hoy día, contento", remarcó.
"No va a continuar con su carrera política"
Consultada por el futuro del senador, su esposa respondió que "obviamente no va a continuar con su carrera política".
"Él hace muchos años que no quiere ser político; él quería dedicarse a su vocación social: rehabilitar a las personas de escasos recursos con problemas de drogas. Simplemente no pudo a la presión y no fue capaz -porque no es un hombre rico- de levantar los 600 millones y algo que puede costar una campaña. Eso es lo que tiene hoy metido en esto", lamentó.
