"No me gustan las denuncias al voleo", alegó Rabindranath Quinteros.
El presidente de la Cámara, Fidel Espinoza, descartó que se trate de "una práctica generalizada".
"No me gusta que me estén mezclando con algo que no hago", dijo el senador Quinteros.
Rendiciones por consumo de alcohol, por propinas, taxis de Santiago a Valparaíso, tres millones mensuales de bencina y un millón de pesos por alejamiento.
Éstos son los elementos más llamativos que el Comité de Auditoría Parlamentaria incluyó dentro de un conjunto de "gastos que no parecen enmarcarse en los criterios de prudencia y austeridad que deben orientar el uso de asignaciones" de los legisladores que integran el Congreso Nacional.
La información fue publicada hoy por el diario La Tercera y, en conversación con Cooperativa, el presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza (PS), afirmó: "Descarto absolutamente que ésta sea una práctica generalizada".
"Desde que tenemos un Consejo de Asignaciones Parlamentarias ha habido un control bastante sigiloso (sic) respecto a los gastos públicos de cada parlamentario. El propio Consejo que detecta algún tipo de anomalía tiene facultades para impedir incluso la aprobación de esas rendiciones. Por lo tanto, cuando eso ocurre un parlamentario tiene que devolver los recursos. Antes no existían estos sistemas de control", dijo Espinoza.
"Que los digan con nombre y apellido"
Su correligionario, el senador PS Rabindranath Quinteros, afirmó que no le "gustan todas estas denuncias al voleo" y, en medio del escenario de descrédito del Congreso y de los parlamentarios, pidió que se aclare con nombre y apellido quiénes son los involucrados en dichos gastos.
"Si esta Comisión ha hecho un informe, que los diga con nombre y apellido. ¿Para qué nos involucran a todos? No corresponde. A mí me gusta la transparencia, la rectitud, y no me gusta que me estén mezclando con algo que no hago", declamó el senador por Los Lagos.
"Sentido común"
Si bien el Comité de Auditoría no detalló los nombres de los parlamentarios fiscalizados, el diputado UDI Enrique van Rysselberghe reconoció a La Tercera que en varias ocasiones ha tomado taxis desde el Aeropuerto de Santiago hasta el Congreso Nacional, en Valparaíso.
Deslizando una crítica, su par gremialista Jaime Bellolio afirmó que "el sentido común es el mejor criterio para definir qué cosa está bien, qué monto es razonable y cuáles son los caminos para mejorar" el control de los gastos.
"Tenemos un Consejo de Asignaciones, una Contraloría –por decirlo así- interna del propio Congreso, pero la mejor Contraloría es el sentido común de cada uno de los parlamentarios para saber qué cosas se pueden y qué cosas no se pueden hacer", agregó Bellolio, líder de la disidencia a la directiva UDI que preside Jacqueline van Rysselberghe, hermana de Enrique van Rysselberghe.
Jackson pide "normas más estrictas"
Para Giorgio Jackson, la información demuestra que, tras los escándalos de los últimos años, "hay que ir avanzando a que se pongan normas más estrictas" en cuanto a "todo tipo de gasto que no se ha justificado".
"Si queremos avanzar en una lógica de confianza (lo anterior) no debería ser exigible, pero estos ejemplos nos muestran que tenemos que seguir insistiendo en mayor transparencia", reflexionó el líder de Revolución Democrática.
