El Ministerio de Hacienda estimó que las dietas de los parlamentarios en Chile se ubican entre las más altas del mundo, esto en el marco de las reuniones de la Comisión de Constitución donde se discute la posibilidad de rebajar estos montos.
Durante la semana pasada, en una sesión de la instancia, Enrique París, coordinador general de Modernización del Estado del Ministerio de Hacienda y ex jefe de gabinete de Ricardo Lagos Escobar, aseguró que en los distintos países existe "opacidad" en materia de sueldos de parlamentarios.
No obstante, detalló que, en términos brutos, usando el ranking de paridad de poder de compra en los países de la OCDE, "si las dietas chilenas fueran rebajadas en un 20 por ciento, seguirían siendo las más altas del mundo, seguidas por las de Italia y EE.UU.".
En tanto, "si se las redujera en un 32 por ciento pasarían a ser las segundas más altas; y si se rebajaran en un 37 por ciento serían la tercera en la clasificación", sostuvo Paris, según publicó hoy el diario La Segunda.
Este debate se da en medio de las discusiones entre el Congreso y Hacienda, con reuniones entre autoridades y equipos técnicos con la finalidad de establecer un mecanismo que fije las remuneraciones de los máximos líderes políticos y así poder financiar el aumento de parlamentarios establecido por la ley que puso fin al sistema binominal.
Proyecto para regular remuneraciones
Este acuerdo, apoyado por los presidentes del Senado y la Cámara, Ricardo Lagos Weber (PPD) y Osvaldo Andrade (PS), respectivamente, surgió desde la comisión ad hoc conformada por integrantes de ambas cámaras y de la cartera de Hacienda.
Dos integrantes de esa comisión, Gabriel Silber y Enrique París, confirmaron además que trabajan en un borrador de proyecto de ley que será presentado y tramitado antes del próximo reajuste, en el mes de noviembre.
Asimismo, se propondrá que una comisión especial conformada por un ex contralor, un ex consejero del Banco Central y un ex ministro de Hacienda, recomiende, en diciembre de cada año, un incremento de las remuneraciones de las más altas autoridades políticas (ministros, parlamentarios, subsecretarios, entre otros) que tome en cuenta factores como la situación económica y el reajuste que se haya aplicado a los funcionarios del sector público.
