Una serie de beneficios para niños y ancianos tiene el que los abuelos ayuden a sus nietos en sus procesos de aprendizaje. Así lo dijo este martes a Una Nueva Mañana la profesora y psicopedagoga Silvana di Monte, creadora del programa "Yo, abuelo, profesor de mi nieto".
Según explicó la experta, que los viejos ayuden a sus nietos, por ejemplo, a hacer sus tareas, a ellos "les activa mucho más la memoria, les retrasa la vejez y también se genera un vínculo familiar importante, se crea un apego con el nieto, y el abuelo se revitaliza, porque los niños revitalizan".
En su experiencia, Di Monte dijo haber visto mucho "interés de los abuelos en participar, en colaborar con las familias, en ser cercanos a los nietos... se sienten con ganas de hacerlo, y "uno siente que está colaborando con su propia familia, pero también aportando un granito de arena a este país, que lo necesita".
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Los abuelos no deben asumir las responsabildades que le competen a los padres, explicó Di Monte.
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Integrar a los abuelos al proceso de aprendizaje de los niños ayuda también a disminuir los niveles de deserción escolar, dijo Di Monte, explicando que su iniciativa no apunta a que los ancianos desplacen a los padres y los colegios en las responsabilidades que a éstos les caben.
"Yo también soy abuela, y un abuelo no es '24 horas al día'. El abuelo hoy día sale, pasea, pertenece a clubes, viaja, todo eso hay que hacerlo. El hacer clases a los nietos tampoco va a ser todos los días, con que vaya dos o tres veces a la semana una o dos horitas" basta.
"Lo importante es ir creando el hábito, ir creando el vínculo, porque ser abuelo las 24 horas del día nadie se lo puede, y tampoco es justo, porque los abuelos tenemos que también pasarlo bien, disfrutar de la edad que tenemos, pero tampoco olvidarnos que muchos de estos niños están solos y necesitan compañía, y esto es una responsabilidad social", concluyó.