El fiscal regional de O'Higgins, Luis Toledo, ordenó una investigación criminal por los "delitos de violación de secretos de funcionarios públicos u obstrucción a la investigación de particulares" ante la filtración de antecedentes del caso Caval.
El anuncio de esta indagatoria viene un día después que se conociera, a través de la prensa, que al computador de Sebastián Dávalos, hijo de la Presidenta Michelle Bachelet y ex director sociocultural de la Presidencia, se le borró información.
Lo ordenado por el persecutor "acoge lo pedido por algunos intervinientes y se funda en que, si bien los antecedentes tienen un plazo de reserva o secreto respecto de los mismos intervinientes, esto es víctimas, imputados, abogados querellantes y/o defensores, el hecho que ellos puedan tener acceso a los mismos no autoriza su publicación y/o difusión, pues estos siguen siendo reservados respecto de terceros ajenos al procedimiento", destacó el Ministerio Público de O'Higgins a través de un comunicado.
De acuerdo a la Fiscalía, "la exhibición pública de antecedentes obtenidos en las carpetas de investigación puede perjudicar diligencias en curso o las que se dispongan a futuro, afectando la eficacia de las mismas por lo que resulta imperioso determinar el origen de dichas filtraciones".
"Con estas conductas se pone en riesgo el éxito de diligencias de la investigación, por lo que estimo que no debemos adoptar una postura pasiva ante estos hechos y debemos averiguar el origen de la entrega de antecedentes e informes de una investigación penal a terceros, para lo cual he designado al fiscal jefe de Rancagua, Sergio Moya, a fin que indague profundamente todas las aristas de filtraciones y publicaciones de los registros de las investigaciones. No se puede poner en riesgo el éxito de investigaciones tan complejas y en las que se ha invertido tanto trabajo y recursos de la Fiscalia de Chile y de la Policías", señaló el fiscal regional, Luis Toledo.