El equipo del Presidente electo, Gabriel Boric, lleva adelante tratativas para descomprimir la toma de la sede del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) que mantienen desde hace seis meses y medio la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y familiares de víctimas de daño ocular durante las protestas de 2019.
La ocupación -cuyo petitorio exige la renuncia del director del organismo, Sergio Micco, una reparación integral para quienes fueron víctimas de violaciones a los derechos humanos durante el estallido social y la libertad de los presos durante ese periodo- se lleva a cabo desde el 8 de julio del año pasado y reactivó las tensiones existentes entre los bandos que hoy existen al interior del consejo del instituto.
De este grupo, formado por 11 consejeros, hay quienes tienen afinidades políticas con el centro, la derecha y la izquierda; sin embargo, si tras octubre de 2019 las diferencias se marcaron con fuerza, hoy los dos bandos mantienen una pugna en base a una contradicción casi vital: el desalojar o no la toma del recinto ubicado en calle Eliodoro Yáñez.
En julio, un 45 por ciento de directorio será renovado, donde Boric tendrá la facultad de asignar a un nuevo consejero.
Las negociaciones entre el INDH se rompieron nuevamente luego de que la ACES volviera a subir al petitorio la renuncia a Micco en las últimas horas.
"Se hicieron todos los esfuerzos, pero el consejo del instituto no va a aceptar presiones que vulneren su autonomía. Ellos sabían que esto estaba fuera de negociación, bajaron el punto y lo volvieron a reponer", dijo al diario La Segunda la consejera Consuelo Contreras, parte de la "disidencia" a la gestión de Micco.
"No hemos hablado del tema del desalojo", comentó la ex directora del INDH, pero afirmó que hay negociaciones entre gente de la toma con el equipo del próximo Mandatario para destrabar el conflicto.
"Están en conversaciones con gente del equipo del Presidente electo en materia de reparación a las víctimas", señaló Contreras, agregando que su opinión personal es que "la gente que está en la toma debería deponerla... Necesitamos las sedes".
Otro consejero dijo al vespertino que los consejeros se sintieron "bypasseados" por Boric, puesto que el martes de la semana pasada se formó una mesa de conversación que incluyó a víctimas de trauma ocular y víctimas de violaciones contra los derechos humanos, "que no estaban en la toma, pero de alguna manera lograron incluir en el diálogo a algunos participantes y ahora la gente de la toma ya no quiere conversar con nosotros".