El Presidente Sebastián Piñera reconoció que ha cometido varios errores desde el estallido de la crisis social, en octubre, y si bien los puso dentro de un contexto de enormes presiones y tensiones que ha debido afrontar, señaló que los lamenta y pide perdón por ellos.
"Por supuesto que uno comete errores, especialmente estos días de tantas tensiones, conflictos y con decisiones muy difíciles. Cuando cometo un error (...) lo reconozco y en varias oportunidades me he excusado. Pero un Presidente de la República, especialmente en los tiempos que hemos vivido los últimos 70 días, tiene que tomar decisiones muy difíciles y muchas todos los días. Y salvo que tuviera conexión directa con el Espíritu Santo, no estoy libre de errores y he cometido errores. Lo lamento y pido perdón por ellos", dijo el Mandatario en entrevista con La Tercera.
Consultado por episodios específicos, fue menos autocrítico. Respecto a su frase "estamos en guerra", señaló que "fue mal entendida" y "hay algunos que han criticado a este Presidente porque boga o porque no boga, es casi una reacción automática".
Sobre su ida a comer pizzas la noche del 18 de octubre, sostuvo que "es una anécdota".
"Ese día llegué a La Moneda muy temprano en la mañana y me fui como a las 03:00-04:00 de la mañana, y tenía un compromiso adquirido con un nieto. Me demoré 45 minutos. Si pudiera volver atrás, le habría dicho "nieto, se lo prometí, sé que para ti era muy importante", y no habría ido; lo reconozco", señaló.
"DDHH es, para mí, un tema extraordinariamente sensible"
El Mandatario también abordó las violaciones a los derechos humanos cometidas por fuerzas de orden, "por mal criterio o por uso excesivo de la fuerza", y aseguró que le han dolido de modo íntimo.
"El tema de derechos humanos para mí es un tema extraordinariamente sensible. Es algo que heredé de mis padres y, por eso, para mí es un tema que no solo tiene una dimensión ética y moral, sino que me afecta lo más íntimo (...) Yo lamento y siento cada una de las muertes, cada uno de los atropellos, pero también -y esto no es para equiparar, sino que simplemente para ponerlo en contexto- vivimos días de extrema violencia", planteó.
"Los atropellos a los derechos humanos son graves y (...) fueron reiterados, pero quiero decir algo: tenemos 60.000 carabineros en nuestro país y, por lo tanto, no confundamos la acción condenable y repudiable de algunos, con lo que es la institución", pidió.
En la misma línea, dijo tener "la firme convicción de que el general (director de Carabineros, Mario) Rozas ha hecho todos los esfuerzos a su alcance para prevenir y evitar atropellos a los derechos humanos, y que cuando éstos han ocurrido ha hecho todos los esfuerzos para que esos casos no queden en la impunidad a través de sumarios internos de Carabineros y de poner los antecedentes en manos de la fiscalía y, posteriormente, de los tribunales".
"No es una práctica democrática pretender sacar a un Presidente"
Piñera también afirmó que hay una parte de la clase política que ha apostado por agudizar la crisis: "La misma noche del 18 de octubre (...) el presidente del Partido Comunista ya pedía mi renuncia"
"Quiero decirles a todos mis compatriotas: Chile es una democracia. Fuimos elegidos por una mayoría de chilenos... A los que no están de acuerdo con lo que está haciendo nuestro Gobierno, van a tener una oportunidad en dos años más, cuando toque elegir un nuevo Presidente. Pero no es una práctica democrática ni sana estar pretendiendo que un Presidente electo democráticamente termine su mandato porque algunos sectores están en desacuerdo con la forma en que está conduciendo al Gobierno y al país", lanzó.
"Especialmente en tiempos difíciles hay que actuar con prudencia, con justicia y con racionalidad, y creo que en algunos sectores de nuestra clase política no han actuado así", acusó.
Días tensos, con amenazas y riesgos
Consultado por cómo ha vivido la crisis desde lo personal, Piñera dijo a La Tercera: "Han sido días duros y difíciles, intensos, tensos, llenos de problemas y nos ha obligado a tomar decisiones muy difíciles. Afortunadamente, tengo una fortaleza física, intelectual, emocional que me permite no solo convivir con estas tensiones y presiones, sino que mantener la capacidad de actuar como Presidente. Pero he visto a mi alrededor mucho dolor y mucho sufrimiento. Por ejemplo, mi familia lo ha pasado muy mal...".
"Mi familia lo ha pasado muy mal, muy mal, porque hay hijos, hay nietos... No le quiero profundizar, también hay amenazas, riesgos, pero han sido un puntal de apoyo, de comprensión", indicó.
"Me siento frustrado, pero no quebrado"
Interrogado sobre la situación de quienes votaron por él en la presidencial y hoy se ven decepcionados por el giro forzado que ha debido adoptar su administración, contestó: "Entiendo y comprendo que mucha gente esté frustrada, desilusionada por lo que hemos visto en el país en los últimos 70 días. Solamente puedo decir que como Presidente me ha tocado enfrentar una de las crisis más graves en la historia de las últimas décadas en nuestro país".
"Cuando hay períodos tan difíciles en que el orden público se ve desbordado, en que la economía se resiente, es natural y comprensible que la opinión pública se sienta frustrada. Yo también me siento frustrado y decepcionado, pero no quebrado, por lo que ha pasado en nuestro país. Nosotros no hemos cambiado nuestros valores ni nuestros principios. Tampoco hemos cambiado la línea gruesa de nuestro programa. Lo que hemos hecho es, escuchando con atención, con buena voluntad y con humildad, lo que la gente nos ha pedido, que es intensificar y priorizar aún más las demandas sociales de los chilenos", sostuvo.
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